El Real Valladolid se marchó de El Sardinero con tres puntos, pero Anuar lo hizo con alguno más tras un golpe sufrido en la primera parte, minutos después de anotar el 0-1“Me llevo tres más dieciséis”, bromeó al término del encuentro. “Al principio tenía un poco de miedo porque quería seguir, pero el campo se me movía. Lo importante es el equipo, pero también hay que mirar por uno mismo”, explicó.

El ceutí mostró su alegría “después de tanto trabajo y esfuerzo”, dos claves que llevaron a ver la jugada a la perfección para cabecear a la red la chilena de Jurić. “Abrir el marcador, poder correr hacia nuestra gente… Lo recordaré toda la vida”, dijo. De hecho, apuntó que sacó “toda la energía que tenía dentro”. “He dedicado a la cámara dos corazones para mi mujer y mi hija y después no sé ni lo que he hecho”, comentó sobre la celebración.

Lamentablemente, no pudo ni terminar el primer tiempo tras sufrir una brecha considerable. “La herida era más grande de lo que parecía. Me he tenido que duchar y pude salir a ver la segunda parte”, comentó. Eso sí, pudo disfrutar de una nueva titularidad para dar otro paso en su camino: “Ya queda en el olvido estar fuera del equipo. Me voy sintiendo en plenitud y el míster me sigue dando minutos y confianza”.

Pese a la euforia, Anuar recordó que “esto es muy largo” y que habrá momentos en los que les tocará “pasar por situaciones difíciles”, como la de Ipurua. “El fútbol siempre te da la revancha y hoy estamos disfrutando de un momento muy feliz”, señaló.

Para terminar, el canterano afirmó que el Pucela hizo su “trabajo en Santander”. “Ahora a Zorrilla contra el líder. Con plena confianza e ilusión para ir a por todas para ponernos arriba”, finalizó.