Llegamos a la parte fundamental de la temporada, y el Real Valladolid se encuentra bajo mínimos en la zona defensiva, ya que tras la lesión de Devid para 4 meses, Luis César Sampedro tan solo cuenta con dos centrales puros: Calero y Kiko Olivas.

A finales de agosto, se produjo la salida de Álex Pérez porque con el fichaje de Olivas el Pucela contaba con 5 defensas, y el escogido por la dirección deportiva fue Álex, que terminó llegando gratis a Gijón (si esta temporada el Sporting sube, el Pucela recibirá una cantidad económica por el futbolista).

Pasados los meses de competición, la dirección deportiva del Valladolid entendió que uno de sus 4 centrales del equipo sobraba, y en el mercado de invierno terminó saliendo sobre la bocina Alberto Guitián cedido al Sporting. Quedando tres centrales en nómina: Calero, Deivid y Olivas.

El pasado fin de semana se lesionó Deivid en Granada y el club solo cuenta con Calero y Olivas para el eje de la zaga. Luismi y Borja son las alternativas a la defensa tal y como anunció Miguel Ángel Gómez en rueda de prensa hace unos días, pero parece claro que serían parches para momentos determinados y no para intentar lograr el ascenso.

El Real Valladolid no descarta fichar a otro central que se encuentre libre en el mercado, pero tampoco descarta llegar a final de temporada con la plantilla actual colocando a Luismi en el eje de la defensa. Lo que está claro es que lo que en verano parecía una posición más que cubierta, seis meses después se ha quedado bajo mínimos.