ADIÓS AL FAROLILLO ROJO El Bilbao Athletic terminó en Mallorca con 11 jornadas seguidas sin ganar • Tres goles enterraron la falta de pegada

Estamos buscando el oasis a ver si encontramos ese agua para hidratarnos”, recitaba el pasado viernes Cuco Ziganda como si de una oración se tratara. No era más que su deseo de poder dar un golpe de timón a la difícil travesía por el desierto de la Segunda.

Y hete aquí que sus plegarias fueron atendidas. El filial rojiblanco encontró en el Iberostar Estadi ese reconfortante oasis. Y el Mallorca se convirtió de nuevo en el rival con el que enjugar las penas.
Lo fue en San Mamés, donde los cachorros lograron ante su afición su primer triunfo de la temporada, y de nuevo el sábado, esta vez mucho más importante porque puso fin a una agónica racha de 11 jornadas sin sumar los tres puntos —ocho derrotas y tres empates—.

Casi tres meses sin poder disfrutar de una victoria, des- de el 2-0 ante el Llagostera, el 9 de noviembre de 2015, abocaron al Bilbao Athletic a la zona de descenso y, finalmente, al farolillo rojo, en el que ha permanecido de manera consecutiva durante las cinco últimas jornadas y que ha logrado abandonar.

En estas 11 jornadas de caída libre el Bilbao Athletic no ha bajado los brazos. Después de cada traspiés, Ziganda confesaba que daba gusto ver entrenar a sus jugadores, dispuestos a una nueva batalla para salir del abismo. Pero la merma de confianza, aderezada con un continuo de bajas por lesión, y la bisoñez en momentos claves de los partidos, se convirtieron en una mezcla explosiva.

La victoria de Mallorca es una bocanada de oxígeno que ayuda a la joven tropa de Cuco Ziganda a seguir creyendo en sus posibilidades de seguir escalando posiciones en esta segunda vuelta. Los tres goles de Santamaría, Markel y Vega demuestran que el equipo tiene gol y calidad. Los cachorros quieren seguir demostrando que no están muertos. Han enseñado los dientes y saldrán a morder en los 18 partidos que restan. La salvación está ahora mismo a ocho puntos.

Noticia: MARCA