«Las bicicletas son para el verano» es una obra de Fernando Fernán Gómez, en Pucela la hubiera podido titular «Los delanteros son para el invierno» y, tal vez, el mítico actor nacido en Lima, protagonista del film sobre fútbol «El fenómeno», hubiera podido dar vida a alguno de esos fichajes extrapolándolos al Séptimo Arte.

En aquella obra de teatro, de la que Jaime Chávarri entresacó una deliciosa película en 1984, el protagonista era Luisito. A pesar de haber suspendido, quiere que su padre le compre una bicicleta pero el estallido de la Guerra Civil obligar a postergar esa adquisición

Llevándolo al fútbol, el entrenador del Real Valladolid (fuere quien fuere) casi siempre acaba pidiendo un delantero goleador para el periodo de fichajes invernal porque los deberes no se hicieron bien en verano. Y es que el Real Valladolid es, a veces, un mal estudiante. Como Luisito.

Rebobinando el tiempo, hay muchos casos de delanteros llegados en medio del gélido frío que invade la capital del Pisuerga por estas fechas. Muchos de ellos, lo primero que han de hacer es adaptarse. Aún se recuerda en Valladolid la llegada del argentino Gabriel Heinze, quien lo primero que hizo al llegar al estadio Zorrilla fue cruzar la calzada y comprarse un abrigo azul.

Así por ejemplo, y poniendo el foco solamente en los últimos años, hay que resaltar nombres como el del búlgaro Vladimir Manchev, el colombiano Tigre Castillo, el brasileño Pedro Oldoni,el uruguayo «Petete» Correa, el argentino Diego Klimowicz o incluso un exótico japonés, Shoji Jo.

Desde 1990, el Real Valladolid ha incorporado un total de catorce delanteros en los diferentes mercados invernales. Muchos de ellos no han dado el resultado esperado, como los brasileños Marlon Brandao o Toni Gomes de Matos, quien llegó cedido por el Valencia en la temporada 92/93 y apenas jugó tras dar positivo en un control antidopaje.

Tal vez el más rentable haya sido Manchev, quien «arribó» en enero de 2007 y firmó hasta ocho tantos que valieron su peso en oro para subir, con récord de puntos, de la mano de Jose Luis Mendilibar. Incluso consiguió un gol en el partido del ascenso en Tenerife. Paradójicamente, el búlgaro regreso en 2008 y no sumó gol alguno. Casi ni tiro ni a puerta.

Otro que dio un resultado aceptable fue el polaco procedente de Osasuna Jan Urban a quien su entrenador, Fernando Redondo, acabó poniendo de defensa central dando un rendimiento notable. Sin embargo, el equipo descendió en la temporada de su llegada, la 94/95. Esa campaña también había llegado durante el mercado de invierno el extremo del Deportivo, Pedro Riesco.

De los más recordados, y no precisamente por su rendimiento, es el brasileño Pedro Oldoni. Llegó para formar un pareja de «Torres Gemelas» con el sueco Goiton aunque aportó muy poco, Casi nada. No obstante, como había sido modelo en su país, las aficionadas más jóvenes le esperaban a la salida del estadio para cazar un autógrafo o hacerse una foto con quien tenía más planta de galán de cine que de «gladiador» del área.

Entre los últimos fichajes, cabe situar al sueco Daniel Larsson. Llegó en diciembre de 2012 como delantero y acabó jugando como centrocampista por la derecha ante la lesión del alemán Patrick Ebert. Este año se fue al Granada y no le ha ido bien, precisamente el invierno le ha devuelto a su país.

Fracasaron también en el Real Valladolid Fernando, «El Petete», Correa o Manuel Canabal a pesar de que habían militado en equipos grandes como el Atlético o el Real Madrid. Llegar a un Valladolid plagado de exigencias y en mala situación deportiva no es fácil para nadie. Ni para los grandes.

En definitiva, que dejar los deberes mal hechos en verano para «la ventana» de fichajes de mitad de temporada ha dado un resultado muy desigual en Valladolid. Como en la obra de Fernán Gómez, en las historias de estos fichajes se entrelazan varias generaciones y necesidades, cada una con sus circunstancias y apremios.

Este año han llegado Jonathan Pereira, que ya ha anotado tres goles, y el brasileño Tulio De Melo, que aún no ha debutado pese a que se sentó en el banquillo el pasado domingo tras ser presentado tres días antes. Esta campaña, el objetivo no es evitar el descenso, es subir a Primera. Allí arriba la vida es más amable para todos.

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