Posiblemente, el nombre de Óscar Fernández no le suene de nada a los aficionados del Atlético. Es lógico, no juega al fútbol, su nombre no copa titulares ni su fichaje ha sido anunciado por la entidad del Manzanares.
Se trata de un nuevo trabajador del club. Concretamente, del nuevo utillero del Atlético B que entrena Alfredo Santaelena. Uno más de su cuerpo técnico, en definitiva.
Pero su llegada tiene historia. Óscar Fernández llega al club rojiblanco tras ejercer durante muchos años el mismo puesto en el Valladolid, donde era uno de los trabajadores más queridos por empleados y jugadores… Estos, incluso, llegaron a presionar para que no fuera destituido de su cargo. De hecho, cuando
el Valladolid anunció su salida a mediados de abril, hubo presiones para que siguiera hasta que concluyera la
temporada. En ese momento, ya sí, fue despedido de la entidad del José Zorrilla. ¿El motivo de su salida? Que había sido el encargado de llevar a Patrick Ebert a una comida, en el pueblo segoviano de Torrecaballeros, con José Luis Pérez Caminero, director deportivo del Atlético. El objetivo, claro está, aquel 27 de marzo, día del ágape segoviasegoviano, era facilitar su fichaje por los rojiblancos para la temporada que ya está en juego.
Ebert, el objeto de deseo de Caminero, no fue fichado finalmente por el Atlético. Que MARCA cazara el encuentro enturbió todavía más las relaciones entre los clubes, que no andaban muy boyantes desde la frustrada cesión del ex atlético Pulido unos meses antes.
Acaba contrato en 2014 El alemán, hay que recordar, acaba contrato en junio de 2014 y no sería de extrañar que el Atlético volviera a acercarse a él para hacerse con sus servicios. En esta ocasión, ade más,
no tendría que negociar con la entidad pucelana, que no se bajó de los 8 millones de la cláusula cuando los rojiblancos quisieron fichar al extremo. En este escenario, y para junio de 2014, Ebert llegaría gratis al Atlético.
La llegada de Óscar Fernández al club se explica, además de por sus méritos profesionales, por su relación personal con Caminero. Que él fuera el encargado de llevar a Ebert a aquella comida no fue casual, ni mucho menos. El nuevo utillero del Atlético B guarda de hecho, una extraordinaria relación con el director deportivo rojiblanco, desde que ambos coincidieran trabajando para la entidad castellanoleonense. Ahora, se reencuentran en el Atlético.

Noticia: MARCA