La llegada de un nuevo delantero que complementara a Javi Guerra y a Manucho se antojaba como necesaria tras los registros de ambos el final de la pasada temporada. Ocho goles cada uno. Parece un bagaje pobre para los encargados de hacer subir los goles al marcador. Y ya se sabe que goles son amores y sin ellos la permanencia está más complicada.
El elegido fue el colombiano Humberto Osorio, que tras más de un mes de dudas y negociaciones acabó firmando por la entidad blanquivioleta el pasado lunes. Exactamente una semana ha pasado desde su llegada, y en los pocos minutos que ha jugado en los dos partidos de pretemporada en los que ha podido tomar parte, contra el Cagliari y el pasado sábado contra el Osasuna, ya ha dejado movimientos que ya anunció el día de su presentación. «Me gusta meter la diagonal y picar a la espalda. No me gusta estar esperando en el centro, me muevo, no estoy estático».
Poco se pudo ver de esto en el primer partido que disputó a las órdenes de Juan Ignacio Martinez contra el Cagliari en Olbia, donde no jugó más que los últimos cino minutos del encuentro. Más se pudo vislumbrar en el partido que enfrentó contra el Osasuna el pasado sábado en El Plantío. El colombiano salió en el inicio de los segundos cuarenta y cinco minutos. Este tiempo sirvió para ver que su definición en rueda de prensa no iba desencaminada, pero que le falta trabajo físico para alcanzar esa constancia necesaria en sus movimientos.
El sustituo de Javi Guerra el sábado realizó un buen partido. Desde que el árbitro pitó el comienzo de la segunda mitad, Osorio hizo gala de sus cualidades. Las mayores que tiene son el desmarque y la caída a banda. Características que permiten una profundidad mayor en el equipo y la incorporación en segunda línea de gente como Óscar.
Los desmarques son el inicio de una posible jugada de peligro mientras se busca la espalda de los defensas. Sus caída en las bandas permiten que los centrales rivales estén pendiente de él y le sigan hasta fuera de la zona de influencia de estos. Este movimiento deja un hueco en el centro de la zaga que deben aprovechar los jugadores encargados de llegar desde atrás con sorpresa y obligando a sus marcas a un esfuerzo físico extra.
Ante el Osasuna también hizo gala de un trabajo defensivo en la salida del balón rival, y demostró que se puede complementar bien con otro delantero, en el caso del sábado fue Manucho. El colombiano hizo labores más de segundo delantero, gracias a su movilidad, y el angoleño como punta de lanza.
Humberto Osorio apunta maneras pero le falta el físico necesario de alguien que no ha tenido pretemporada, y así lo dijo Juan Ignacio en rueda de prensa: «Tiene los movimientos que nos gustan pero le falta ritmo».
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