Los médicos han trabajado durante toda la pretemporada para mantener a raya los problemas de Javi Guerra

La pretemporada no ha tenido excesivos sobresaltos para los servicios médicos del Real Valladolid. «Vamos a catalogarla de normal en lo que respecta a las molestias y sobrecargas», señala Pablo Grande, el doctor que se encarga de velar diariamente por la salud de la primera plantilla. Sin embargo, Grande no ha estado de brazos cruzados. Desde el primer día ha tenido que lidiar con contratiempos físicos, empezando por la discopatía cervical de Óscar González, pasando por los problemas de tobillo y pubis de Javi Guerra, el esguince leve de Diego Mariño, hasta desembocar en la rotura de fibras de Daniel Larsson y la tendinopatía en el adductor de Víctor Pérez, los dos futbolistas que causarán baja en la jornada inicial ante el Athletic el próximo sábado.
Los planes de prevención han funcionado en el caso de Javi Guerra, un jugador sometido a una vigilancia especial desde los primeros días de trabajo. Guerra padeció entonces problemas en la sindesmosis del tobillo derecho -algo parecido a un especie de esguince con más complicaciones que afecta a articulaciones muy castigadas- de la que se recuperó, pero sus dolencias se vieron agravadas con una pubalgia. Ahí saltaran algunos avisos para el departamento médico.«Tuvo una reagudización de los problemas en el pubis que viene padeciendo hace tiempo y coincidió con el inicio de la pretemporada. Los síntomas nos hicieron pensar, si no en el quirófano, sí en parar una temporada larga para que pudiera llegar a competir bien», explica el doctor Grande.Sin embargo, finalmente se adoptó otra decisión: una interrupción breve y un proceso controlado de adaptación al grupo. «Optamos por algo más intermedio. Le paramos solo una semana y luego le dimos minutos de manera más progresiva en los amistosos», añade el galeno. Sucedió que Guerra se encuentra ahora «en condiciones mucho mejores» de lo que preveían los médicos hace solo dos semanas y listo para afrontar el choque ante el Athletic Club.Aunque no al cien por cien. Los ejercicios de adaptación y acomodación para sortear la pubalgia le han causado molestias y sobrecargas en otras zonas. «Lo vamos tratando y mitigando. Con él tenemos una alegría: hace tres semanas estábamos valorando otras opciones y ahora por lo menos lo tenemos en condiciones para competir, aunque sea con esas molestias que vamos solucionando», agrega Pablo Grande.Larsson y Víctor PérezEn el caso de los lesionados Daniel Larsson y Víctor Pérez, los procesos de curación avanzan a ritmos distintos. «Lo de Dani [rotura de fibras en el recto anterior] es la típica lesión muscular que ya tenemos protocolizada y que se ajusta más o menos a los plazos previstos. Y en su caso pasan por que comience a entrenarse con cierta normalidad la semana que viene», apunta el doctor.La dolencia tendinosa de Víctor Pérez no es nueva. La sufrió ya la pasada campaña antes de fracturarse el peroné y eso ha añadido una dosis de cautela al tratamiento que han adoptado los médicos. «Habíamos previsto unos plazos parecidos a los de Larsson, pero quizá se puedan alargar un poquito más o tal vez seamos un poco más prudentes con él». Esto se debe a que los doctores quieren que Víctor Pérez se vea «más seguro psicológicamente» para que no se resienta su confianza sobre el césped.«Lo que tenemos previsto es que ninguno de los dos participe con el equipo en la primera jornada porque no habrán acumulado sesiones de entrenamiento con el grupo. A partir de la segunda, esperamos que Dani [Larsson] esté listo y Víctor es un poco incógnita».Terrenos de juego y calorLos servicios médicos del Real Valladolid han extremado la precaución para evitar problemas con los cambios de superficie. Del mullido césped de los Campos Anexos se pasó en el mes de julio al duro terreno murciano en San Pedro del Pinatar. Y también se han sufrido rigores meteorológicos, con situaciones de calor infernal. «En Murcia tuvimos más tiempo para aclimatarnos, los primeros días fueron peores, pero donde peor lo pasamos fue en Italia». El choque ante el Cagliari disputado en Olbia (Cerdeña) se jugó en una caldera. «Fue algo extremo y muy agobiante, con unas condiciones tremendas», continúa el doctor Grande. «No recuerdo un partido con ese agobio. Los jugadores evitaban entrar al vestuario porque parecía una sauna. Pero a pesar de esas condiciones el balance de las lesiones no es malo y llegamos bien al inicio de la competición».Fuente: Norte de Castilla