Después de conseguir la permanencia a falta de dos jornadas para la conclusión de LaLiga Santander, el Real Valladolid tenía la oportunidad de mejorar sus númerosy escalar puestos en la clasificación y no la despercidió. Por ello, el partido frente al Real Betis adquirió importancia extra y los de Sergio González supieron adaptarse a la situación -y aprovecharla- para concluir el curso en la decimotercera posición, la mejor en Primera desde la temporada 2001/2002, cuando finalizó duodécimo.

Además, el Pucela consiguió 42 puntos, uno más que el pasado curso, lo que le sirve para mejorar los registros con Sergio en el banquillo. Una recompensa que pudo haber sido mayor si el conjunto blanquivioleta hubiera encontrado el premio merecido en algunos partidos en los que se marchó con un sabor agridulce.

El trabajo le permitió puntuar contra 18 de los 19 rivales que ha tenido en LaLiga Santander. Solamente el FC Barcelona logró derrotarle en los dos encuentros, aunque en el último lo hizo sostenido por un Ter Stegen que impidió el gol del Real Valladolid en varias ocasiones. Esas recompensas ante los equipos de la zona alta no llegaron, a pesar de merecer incluso la victoria en algunos de esos enfrentamientos.

Pero, paso a paso, el Pucela fue construyendo su camino hacia la permanencia; sobre todo encajando uno de los números más bajos de derrotas en su trayectoria en Primera: 14. Se trata de la cuarta vez que concluye con ese registro en una liga de 20 equipos, después de hacerlo en los cursos 2000/2001, 1997/1998, 1996/1997. Mientras, el menor registro es de 13 y lo consiguió en las campañas 1999/2000, 1990/1991, 1988/1989 y 1987/1988.

Anteriormente, en ligas de 18 equipos se quedó en 11 derrotas en la temporada 1984/1985, mientras que en campeonatos de 16 perdió 10 en la 1951/1952 y en su segunda experiencia en Primera, en la 1949/1950, cuando era de 14, cosechó tan solo 9.