«Hemos tenido a un gran equipo encerrado atrás, los hemos hecho sufrir» explicaba el guardamenta en su análisis del encuentro. «Hemos creído hasta el final, 90 minutos de intensidad y trabajo, hay que estar orgullosos» destacó el catalán, que también reconoció que «tenemos que corregir pequeños detalles».

Masip opinó, sobre la norma que ha llevado a repetir el penalti parado, que «es muy rigurosa y perjudica a los porteros, parar penaltis es parte del espectáculo y lo ponen cada vez más difícil».

Por último, quien es uno de los capitanes de este Real Valladolid lamentó que «nos ha faltado el gol que hubiera culminado el trabajo» pero pedió poner la vista en el próximo partido, ante el Celta en Vigo: «Cabeza arriba y mirar hacia delante».