El centrocampista del Real Valladolid Luismi Sánchez lleva prácticamente 15 meses de calvario, desde que el 28 de abril 2018 en un partido contra el Cádiz (1-1) el jugador se lesionó en el tobillo izquierdo sufriendo un doble esguince que con el paso de las semanas se fue complicando.

Estuvo 6 meses parado debido a una lesión que en principio no parecía tan problemática, hasta que el 2 Noviembre 2018 Luismi regresaba a vestir la blanquivioleta en un partido de Copa del Rey contra el Mallorca. Sergio esperaba que se fuese recuperando poco a poco, ya que para el míster fue una pieza importante desde que llegó, pero el centrocampista andaluz aún no estaba al 100% y solo iba participando en los encuentros de Copa del Rey.

Su calvario volvió a cebarse con él el 3 enero 2019 cuando tuvo que volver a pasar por el quirófano tras sufrir una lesión fibrótica en su tobillo izquierdo, el plazo de recuperación que estimaron en ese momento fue de cuatro meses (tendría que haber estado recuperado antes de mayo), pero estamos en agosto (8 meses después) y el jugador sigue sin participar al 100% de la pretemporada con el resto de jugadores del equipo.

Sus lesiones siempre han sido en momentos inoportunos, ya que la primera la sufrió nada más llegar Sergio al banquillo y él era una de las apuestas para el mediocentro de cara al final de Liga. La segunda lesión fue quizás más clave, ya que fue iniciando el mercado de fichajes de invierno, el Pucela tenía en mente cederle para que regresase más fogueado tras su inactividad, pero desde entonces ni ha podido recalar cedido en otro equipo y ni tan siquiera a vuelto a saltar al campo.

La temporada pasada, fue el único jugador de la plantilla que no llegó a debutar en Liga, además sus dos únicos encuentros que disputó fueron en Copa del Rey contra el Mallorca jugando los 180 minutos de la eliminatoria.