Central que llegó la temporada pasada del Girona de la mano de Luis César Sampedro tras la insistencia de Miguel Ángel Gómez, cuando llegó no es que fuera uno de los mejores jugadores de la plantilla, sino al contrario, fue uno de los mas señalados por la afición por los goles encajados durante la temporada, además Fernando Calero le tapaba en muchas ocasiones sus errores en defensa.

La llegada de Sergio González hizo que mejorase sus prestaciones y que sus números, como toda la defensa, también fuese  a mejor en todos los sentidos.

Pero la gran sorpresa es en el momento en el que ascendemos a la División de honor, es ahí cuando estamos descubriendo al mejor Kiko, siendo clave en el eje de la defensa y rindiendo a un nivel sobresaliente. 

Ha mejorado mucho en colocación, anticipación, contundencia e incluso en se suma al ataque con frecuencia, como pudimos ver en el penalti que recibió en Balaidos pero no finalmente no fue pitado.

Lo sucedido en Segunda División le hizo pasar una mala temporada tanto a nivel profesional como personal, tal y como ha declarado recientemente en una entrevista. 

Nos alegramos de que las cosas empiecen a salirle bien ya que se está convirtiendo en una pieza fundamental en este Real Valladolid, equipo que se está convirtiendo en una maquina bien engrasada. 

Es toda una sorpresa y una alegría que el bueno de  Kiko Olivas se este asentado en los tres sitios: nuestra defensa, nuestra ciudad y sobre todo en nuestros corazones Blanquivioletas. 

Le deseamos una larga estancia en Pucela, debe seguir así para asentarse en nuestros corazones 💜, ya que llegaran tiempos difíciles y en esos momentos es cuando yo he acuñado mi frase: SI FUERA FACIL NO SERÍAMOS DEL PUCELA.