El director deportivo del Girona Quique Cárcel ha sido entrevistado para el medio deportivo catalán L’Sportiu y fue preguntado por la salida de Rubén Alcaraz en verano con destino al Real Valladolid, a lo que respondió que no se arrepentía de su salida y que fue el propio jugador el que quiso salir debido a la falta de minutos en el equipo porque otros compañeros le tenían ganada la partida: “El caso de Rubén Alcaraz como ya sabéis, es que yo aposté por él siempre y de hecho sigo creyendo en él, pero el Real Valladolid le hizo ver que allí sería muy importante y además le paga mucho más dinero que lo que recibía en el Girona. Como director deportivo, tenía que buscar lo mejor para el club, y si venía una oferta muy buena se iría o por de contrario se habría quedado. Al final llegó esa oferta, y él se quería marchar y tomamos la decisión de venderle. Tampoco debemos olvidar que ha estado aquí y no ha tenido continuidad porque Pere Pons y Granell se impusieron a él. Fue lógico que quisiera marcharse, y creo que también fue lógico lo que hicimos nosotros”.

De todos es conocido la magnífica temporada que el centrocampista está realizando en el Real Valladolid, el Pucela pagó en verano un millón por el jugador que podría aumentar en 0,5 kilos más si finalmente cumpliese los objetivos marcados en el contrato.