Uno de los problemas que se ha encontrado el Real Valladolid para la contratación de Joaquín Caparrós a parte del económico, es que el Levante tiene en mente sustituir a su entrenador Muñiz, y Caparrós está en la agenda del conjunto levantinista. El próximo fin de semana, si el Levante pierde en Liga, podría destituir a Muñiz, y Caparrós espera ser el elegido, de ahí que haya enfriado las conversaciones con el Pucela.