El Nàstic necesita el dinero del traspaso de Mossa para activar la segunda fase, el fichaje de Luismi.

El club grana debe hacer caja para pagar al Real Valladolid, con el que tiene aún un año de contrato, y hacerse con los derechos del mediocentro en propiedad. El jugador andaluz ha sido una de las prioridades de la dirección deportiva desde el mismo momento en que finalizó la cesión.

Pese a que una lesión le tuvo varias semanas apartado de los terrenos de juego, la aportación del de Puerto Serrano fue vital para certificar la permanencia. Además del traspaso de Mossa por el que el Nástic está pidiendo cerca de medio millón de euros al Oviedo, también pagaría al Real Valladolid con la taquilla del partido amistoso de la semana que viene entre Nástic y Barcelona.