LAS ROTACIONES DE VALVERDE EN LA PORTERÍA DEL ATHLETIC INVITAN A PENSAR QUE SERÁ EL DE ONDARROA QUIEN DISPUTE LOS PARTIDOS DE LIGA EN NOVIEMBRE
El mes de octubre que llegó ayer a su fin vivió un nuevo baile de inquilinos en la portería del Athletic, siendo Gorka Iraizoz el agraciado para defender la meta en la competición liguera, pues la Europa League y la Copa, que arrancará dentro de unas semanas para los bilbainos, sigue siendo coto privado para Iago Herrerín. La cosa va por meses; o al menos eso es lo que se puede deducir de las decisiones de Ernesto Valverde referidas a los guardametas. El navarro partió de titular en los dos primeros partidos del curso, frente a Sporting y Barcelona, ambos disputados en agosto, y Kepa Arrizabalaga le cogió el relevo en los cuatro siguientes, celebrados en septiembre: Deportivo, Valencia, Granada y Sevilla. Antes de que Iraizoz le cogiera el relevo a Arrizabalaga, Valverde dijo no tener motivos para cambiar su planteamiento; tampoco parece tenerlos ahora, por lo que este mes parece que Kepa volverá a vestirse de corto.
Lo cierto es que los tres están rindiendo a un gran nivel, aunque el único que conoce todos sus partidos por victorias es el guardameta de Ondarroa. Las cuatro victorias consecutivas en liga, entre la tercera jornada y la sexta, supusieron también los primeros minutos de Kepa con la zamarra del Athletic en partidos oficiales y permitieron que los rojiblancos sacasen la cabeza de la zona baja de la clasificación. El joven portero no tardó en ganarse el cariño de San Mamés, sobre todo tras una espectacular estirada a remate de Rodrigo Moreno, atacante del Valencia. Es probable que pudiera hacer algo más en el tanto del Sevilla, pero en términos generales se desenvolvió con soltura. La sonora ovación que llevó tras su parada a Rodrigo respondió quizá a las ganas que la parroquia rojiblanca tenía por ver en acción a un chaval que lleva tiempo llamando a la puerta y del que son varias las voces que coinciden en señalar que se trata el futuro inquilino de la portería de La Catedral.
El domingo, frente al Espanyol, 43 días después de disputar su último encuentro, tiempo en el que ha sufrido una leve lesión muscular, la lógica invita a pensar que le tocará volver a defender la portería rojiblanca. Los números le avalan. Su trayectoria es inmaculada. Ha ganado los cuatro partidos que ha jugado y ante el Deportivo dejó la portería a cero, un hecho que no se ha repetido en ninguna otra ocasión en liga este curso. Así, con tres goles recibidos en cuatro encuentros supera las cifras de Iraizoz.
El navarro ha participado en seis partidos, en los que ha recibido diez tantos, y su bagaje es bastante más pobre que el de Arrizabalaga; no obstante, ha ganado uno, ha empatado otro y ha caído derrotado en cuatro ocasiones, siendo dos de esos encuentros frente a Barcelona y Real Madrid.
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