«El mejor sustituto posible para Vicente del Bosque soy yo. A mí me encantaría, es cuando mejor he vivido. Es una gozada entrenar a un equipo nacional. Las movidas estas de ruedas de prensa y de periodistas que te quieren echar y que quieren que les des primicias y los mandas para casa… Ahí ha habido mucho mangoneo, como en el fútbol».