La victoria de este fin de semana contra el Real Oviedo ha hecho de nuevo que el Real Valladolid se haya metido en la lucha por el Play off de ascenso a primera división, pero la euforia no debería de ser muy grande, ya que el próximo fin de semana nos enfrentamos ante un equipo que ya nos ganó en la primera vuelta (Unió Esportiva Llagostera) y precipitó la destitución de Gaizka Garitano. Cada partido que juega el Real Valladolid parece una final, pero el partido contra la Unió Esportiva Llagostera va más allá, es el partido para reengancharse a los puestos nobles de la clasificación de la Liga Adelante. El rival ya nos ganó en Palamós por 3-1, resultado con el que el Real Valladolid tocó fondo y se colocó en puestos de descenso a Segunda B después de más de 30 años. Ahora la situación es mejor, el Pucela ha encontrado una dinámica diferente y mira más hacia los puestos de arriba que a los de abajo, pero hay que recordar que la asignatura pendiente del Real Valladolid esta temporada están siendo los partidos en casa, donde es el cuarto peor equipo de segunda. Los datos positivos a los que el conjunto blanquivioleta debe agarrarse son, que la Unió Esportiva Llagostera es el peor equipo a domicilio (no ha ganado ningún partido en liga y tan solo ha conseguido dos puntos) y que se trata de un equipo que se encuentra en puestos de descenso. El último partido que la Llagostera ha ganado fuera de casa precisamente fue contra el Real Valladolid la temporada pasada en el mes de junio.