Los blanquivioleta solo han sido capaces de empatar (en 5 partidos) cuando el marcador se les ha puesto en contra · «El equipo no supo reaccionar», reconoce Roger sobre lo de Anduva
«Las estadísticas están ahí. El primer gol nos dio muy fuerte, el equipo no supo reaccionar y si un equipo quiere estar arriba tiene que saber salir de esta situación». Roger respondió ayer así a la realidad que vive el Real Valladolid, incapaz de remontar un partido en lo que va de temporada. Es verdad que ha conseguido empatar en cinco cuando el marcador se le ha puesto en contra, pero aún no ha conseguido dar la vuelta a un resultado adverso para llevarse los tres puntos. «Nos meten el gol, nos vinimos un poco abajo, y con el segundo lo vimos todo lejos. Intentamos salir enchufados tras la mitad, pero nos vuelven a meter otro gol que nos dejó tocados», reiteró el delantero valenciano.
Si se miran esas estadísticas a las que se refiere Roger, el Real Valladolid se ha visto por detrás en el marcador en 14 partidos de los 31 disputados. Es decir, en casi la mitad de los encuentros disputados hasta el momento, los blanquiviloleta han comenzado con un gol en contra. De esos 14, solo en cinco, han sumado, al menos, un punto. Como visitantes en Almería, Lugo y Tarragona; y como locales ante el Elche y el Numancia. En los otros 9, cuatro en el José Zorrilla y cinco lejos de casa, se consumó la derrota.
«El equipo estaba muy confiado, sabíamos que lo teníamos en nuestra mano, aunque sabíamos que era un campo difícil, y no nos esperábamos que nos dieran ese golpe. Creo que no nos salió nada. No sé lo que le pasó al equipo, hablo por mí, que no me salió nada. Fue un día para olvidar», resumió Roger sobre esa última derrota en Anduva, reconociendo que ni llevando el peso ni saliendo a la contra, les salieron las cosas.
Por eso, no dudó en señalar que estaban «jodidos por la imagen que dimos a la afición, sobre todo por los que se desplazaron a Miranda. Pero después de todo seguimos estando a tres puntos y jugamos en casa. Quedan 11 partidos, queda mucho y en casa hay que hacerse fuertes con nuestra gente».
Y en este último sentido, el delantero que llegó en invierno del Levante sigue siendo optimista: «Veo al equipo capacitado de estar arriba. Está claro que cada fin de semana hay sorpresas, con 3-0 de los equipos de abajo a los de arriba. Sigo creyendo. Sigo confiando en mis compañeros. Quedan 11 partidos y estamos a 3 puntos, todavía pueden pasar muchas cosas». Aunque todo pasa por ganar en el Zorrilla: «Estar arriba va a pasar por hacernos fuertes en casa, no se puede escapar ningún punto de aquí».
