Tenía ganas de volver a Vallecas Jonathan Viera. Como sucediese en Valencia, quería demostrar que su mal año en el equipo madrileño ya había quedado atrás. Pero no tuvo Viera su día en su vuelta al estadio del que se marchó por la puerta de atrás.

Se veía frente a frente con el entrenador que apostó por él en Las Palmas y en Vallecas: Paco Jémez. Sin suerte en el Rayo, quería quitarse la espina haciendo un buen partido, pero Setién lo volvió a encorsetar en la banda, donde no deja fluir su calidad.Tito lo aguantó bien y, gracias a las ayudas de Baena, Viera pudo superar muy pocas veces a su marca.

No se encontró en ningún momento cómodo el canterano y eso lo notó su equipo. Tanto fue así que fue sustituido en la segunda parte.Vallecas aplaudió tímidamente al futbolista que se marchó con la sensación de que no había sido su tarde.

Después del partido hizo autocrítica y admitió que el equipo fue claramente superado por el Rayo: “Han sido superiores a nosotros desde el primer minuto”, argumentó el mediapunta grancanario después del encuentro en una confesión autocrítica.

Varas fue el mejor

La fiesta de Viera tuvo que salvarla Varas. El meta sevillano, a pesar de los dos goles encajados, fue el mejor o, por decirlo finamente, el único que dio la talla de su equipo. Salvó a los amarillos de una goleada histórica. Y es que detuvo cuatro ocasiones claras en las que Bebe,MikuyJozabed se quedaron ante él, demostrando tener buenos reflejos, tanto en el mano a mano, como en los lanzamientos desde fuera del área.

Lo único que se puede salvar de los amarillos en la tarde de ayer. La defensa amarila no ayudó a su portero.