Noticia publicada en el Diario de Valladolid de El Mundo por Arturo Alvarado


El club se reforzará en estas dos posiciones en el mercado de invierno / En el caso de que hubiese alguna salida, ficharía un mediocentro / El técnico cuenta con Tiba en la mediapunta

El mercado de invierno abrirá su puerta en menos de mes y medio. Los clubes ya conocen cuáles son sus carencias deportivas y saben del dinero de que disponen. Los límites económicos impuestos por la LFP hacen que la capacidad de gasto se conozca al céntimo. Sólo la salida de algún jugador pude aumentar la cantidad dedicada a refuerzos.

El Real Valladolid ya tiene fijados sus objetivos. Fichará un delantero y un central. No hay dinero para más, de no producirse la citada salida, lo que no es descartable. El cambio de entrenador ha consumido parte de la hucha dedicada a los retoques de la plantilla.

En contra de la opinión general, la entidad entiende que urge más el punta que el zaguero. La lesión de Erick Moreno ha impedido verlo en su plenitud. Ni se puede calibrar hoy por hoy su potencial, ya que ha jugado 16 minutos en Liga, ni se sabe cuándo y cómo quedará restablecido de su edema óseo.

Lo visto en los entrenamientos previos a su lesión tampoco sirve para evaluarlo. Llegó fuera de forma y su desventaja respecto al resto del equipo era evidente. Tampoco dio la impresión de que fuese una pieza decisiva. Su llegada debe enmarcarse en la operación que depositó a Tiba en Zorrilla.

El perfil buscado es el de un jugador fuerte y robusto, capaz de fijar defensas y de imponerse en el juego aéreo. El típico tanque. Algo obvio, pues el Real Valladolid está necesitado del tipo de atacante que complemente al pequeño y bullidor Rodri, para servir de alternativa según lo demande el partido o, en casos especiales, para jugar juntos.

Respecto al central, el perfil también es evidente: uno capaz de sacar el balón jugado, ordenar a la línea y servir de líder. Algo así como el Valiente de la primera época, cuando aún guardaba ilusión por defender esta camiseta.

En la entidad también se espera la eclosión de Juanpe. Sus gruesos errores del principio del campeonato pueden ser enterrados con el nuevo concepto defensivo introducido por Portugal, con la línea más adelantada y por tanto mejor conectada con la medular.

Si hubiese dinero para más, no hay que hilar muy fino para sospechar que la posible salida sería la de Moreno. En ese caso, o en el muy hipotético de que llegase algún jugador a cambio de una ficha exigua, el tercer refuerzo sería un centrocampista.

¿No convence lo que hay? Todo lo contrario. Pero Rubio tiene 36 años y ha estado lesionado, Leão también ha caído por problemas musculares y Tiba parece asentarse en la mediapunta. No será fácil moverlo. En primer lugar, porque la lesión de espalda de Óscar aparece con vaivenes pero es persistente. En segundo, porque a Portugal le gusta Tiba en esa zona, ya que barre defensivamente mucho más espacio que el charro y se asocia bien, aunque no posea su genialidad. Por tanto el mediocentro se quedaría con tres jugadores y no es descartable que se haga, de una manera u otra, el esfuerzo para la llegada de uno más. Lo que no se repetirá es el desembarco de un cuarteto como el del pasado invierno, en el que llegaron Pereira, Raúl, De Melo y Hernán Pérez.

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