Suárez descubre a raíz de ese pago además “una cosa bastante habitual en el fútbol. Cuando uno da pérdidas y otro da beneficios, pues para compensar me quedo con estos jugadores, con la opción. Esto es una trampita que se hace, no quiere decir que Patxi Izco (entonces presidente de Osasuna) me lo dijera porque hubiera necesitado cubrir lo que se rumoreaba que habían primado al Madrid y al Barça”. Sí certificaba que “acabábamos de vender a Sergio Asenjo [al Atlético] por 7,5 millones y teníamos beneficios. Patxi Izco, al cual adoro, me ofreció presentarme una factura de 4 millones de euros porque así no teníamos que pagar impuestos y ellos tapaban. En el año siguiente se le retrocedía la factura y entonces así se cuadraban las cuentas. Evidentemente, le dije que tenía fondos de compensación de pérdidas de impuestos acumulados suficientes. Y además creo recordar que le dije: “Patxi, creo que sé por qué me lo estás pidiendo y parece mentira, con lo que te quiero, que esto me lo pidas a mí. Aquí tienes mal asunto, vete a que te lo arregle Eugenio Botas (un agente) o con
quien lo hayas hecho”.