El veteranísimo delantero centro y el prometedor mediapunta vuelven a la que fue su casa. Ahora forman parte de un Lugo en horas bajas que buscará dar la sorpresa en el feudo de un Real Valladolid en línea ascendente, tercero en la tabla y creciendo cada jornada. Ambos guardan un grato recuerdo de su estancia en Pucela y coinciden en que el de mañana será sin duda “un partido especial”.
El Real Valladolid recibe mañana al CD Lugo de Quique Setién en el partido correspondiente a la jornada 23 con el objetivo de no perder la estela de Las Palmas y Real Betis. Para la mayoría de los futbolistas que pisarán el mañana césped de Zorrilla, este encuentro entre castellanos y lucenses no significará más que los tres puntos de rigor (aunque los visitantes llegan con el agua al cuello, al borde del descenso), sin embargo en las filas del cuadro rojiblanco nos encontramos con dos jugadores que tenían marcado el día 1 de febrero en el calendario: David Aganzo y Lolo Plá. Ambos tienen pasado blanquivioleta, ambos han llegado al CD Lugo este pasado verano y, salvo sorpresa, ambos se rencontrarán mañana con el Nuevo José Zorrilla.
Aganzo, el despertar del gol
David Aganzo Méndez necesita poca presentación. Un nueve puro, rematador, ambidiestro, temperamental, duro. Todo un nombre en nuestro fútbol con una dilatadísima trayectoria. Madrileño, cosecha del 81, canterano del Real Madrid e internacional con todas las categorías inferiores de la selección. Debutó con el todopoderoso conjunto blanco en la temporada 1999-2000 con tan solo 18 añitos. Fue en Champions League ante el Rosenborg noruego y ya se le veían maneras. Poco después, esa misma temporada, se estrenaría como goleador en Liga, anotando un tanto en tan solo cuatro partidos. Catalogado como la nueva perla blanca, Aganzo es cedido al Extremadura (2000-2001) y al Espanyol (2001-2002) para crecer y poder disfrutar de minutos.
En ambos equipos ya mostraba detalles de su calidad pero fue en su tercera cesión, en el Real Valladolid, donde maduró como futbolista y se destapó como goleador en Primera División. En su única campaña en Zorrilla anotó 9 goles en 30 partidos, siendo el máximo goleador del equipo dirigido por Pepe Moré y uno de los principales culpables de que el Real Valladolid lograra la permanencia en Primera un curso más -la siguiente descendió-. Inolvidable aquel golazo de escorzo al Athletic de Bilbao, recordando al mito Johan Cruyff haciendo lo propio ante el Atlético de Madrid. Tiró del equipo con su garra y defendió el escudo del Real Valladolid en el campo como pocos.
Esa intensidad, ese rendimiento, le ganó el cariño de una afición blanquivioleta que supo reconocer su valía. David Aganzo siempre ha agradecido el buen trato recibido en la capital castellana y recuerda su etapa en el Pucela con cariño. Reconoce que aquella etapa no fue fácil debido a su juventud, pero también que fue vital para su madurez como futbolista: “Valladolid es especial para mí. Allí marqué mis primeros goles en Primera División, coincidí con grandes jugadores como Caminero, Marcos, Peña, Torres Gómez, Bizzarri… que eran un ejemplo para mí porque habían jugado en equipos grandes. Cogí confianza porque yo era un niño con 21 años y aprendí muchísimo. Apostaron por mí, me dieron la oportunidad de jugar, de marcar goles. La gente, ¡un espectáculo de afición! Y me trataron fenomenal. Mucho frío eso sí. La experiencia fue dura por el clima y porque era mi primer año en Primera, pero fue divertida y enriquecedora”.
Tras dejar Valladolid, Aganzo recorrió el panorama nacional pasando por Levante, Racing de Santander, Alavés, Rayo Vallecano y Hércules, además de Beitar de Jerusalén y Aris de Salónica en el extranjero. Quizá no llegó a ser lo que se esperaba de él en sus comienzos, pero hoy toda España conoce a David Aganzo. Respecto al choque de mañana, el veterano ariete obviamente apuesta por los suyos, pero reconoce el gran nivel del Pucela y espera un duelo disputado y vistoso. “El Real Valladolid tiene jugadores de gran nivel, pero nosotros también somos un equipo de mucho toque y creo que va a ser un partido muy entretenido para el espectador, de mucha intensidad y calidad. Además, en Segunda nunca se sabe”.
Lolo Plá, entre la espada y la pared
El caso de Lolo Plá es totalmente diferente. El joven mediapunta extremeño mantiene con la parroquia pucelana una relación de amor-odio. Por un lado, su talento encandiló a una afición entregada a un muchacho al que vio crecer desde que llegara a Valladolid allá por 2007 con apenas 14 años y que veía en él un futuro “crack” salido de su cantera, pero por el otro, no le perdonan su polémica marcha del club en el verano de 2013, cuando rompía unilateralmente el contrato que le unía al Real Valladolid hasta el verano siguiente para marcharse al Benfica portugués. Canterano sí, pero con final desafortunado. Un sector importante de la afición aún le recrimina que no respetó como se merecía al club que le había dado todo.
Nacido en Mérida en Abril de 1993, pronto despuntó en el equipo de su ciudad y en 2007 llegó a Valladolid para unirse al Cadete B. Su calidad incontestable le convirtió en la joya de la cantera pucelana y tras ir quemando etapas con una facilidad pasmosa llegó al Promesas en 2011. En el primer filial blanquivioleta cuajó una primera temporada sensacional que le abrió las puertas del primer equipo. Ante las bajas en su demarcación, el míster Miroslav Djukic le dio la oportunidad en la 1º jornada de la Liga BBVA en la victoria por 0-1 ante el Real Zaragoza, el 20 de agosto de 2012. A partir de ahí otros seis partidos en la Liga BBVA, además de los dos de Copa del Rey ante el Real Betis, en los que el muchacho respondió con creces.
Tras su ilusionante aterrizaje en Primera, ya hizo la pretemporada 2013 con el primer equipo y parecía que ya se quedaría por méritos propios con “los mayores”, pero entonces llegó un ‘grande’ como el Benfica luso y ese fue un tren que Lolo no podía dejar pasar. Aquí surge el conflicto entre el representante del joven y el Real Valladolid. El club se remitía a la cláusula de rescisión del contrato (3 millones de euros), mientras que el representante defendía que era un contrato amateur, por lo que la cláusula no tenía validez legal. El club tomó medidas legales inmediatamente pero aún hoy se desconoce el final de aquel culebrón, lo único que sabemos es que Lolo acabó en Lisboa.
Con el primer filial del Benfica, de la segunda división portuguesa, Lolo Plá volvió a demostrar toda la calidad que atesora en sus botas. Unas actuaciones sobresalientes acompañadas de números de figura. Nada menos que 10 goles en 32 partidos (sin ser el delantero centro de referencia) y un buen puñado de asistencias, erigiéndose la figura de un equipo repleto de jóvenes promesas que acabó en la parte alta de la clasificación (de hecho no optó al ascenso por ser filial de un primera). El Benfica, viendo el potencial del español y teniendo en cuenta que aún le quedaba madurar para llegar al primer equipo, decidió cederle a un club de la Segunda División española, mucho más competitiva que su homóloga portuguesa, para que Lolo siguiera creciendo en su país, más cerca de su gente y en un ambiente que ya conocía. El equipo afortunado fue el CD Lugo, que sin duda acertó son su contratación. Tras las típicas jornadas de adaptación, Lolo se ha hecho con la titularidad, ha marcado tres tantos con la elástica rojiblanca, y es un jugador importante para Setién.
Con 21 años aún es un futbolista por hacer, pero su futuro promete y mucho. Jugador de tres cuartos de campo, rápido, eléctrico, dotado técnicamente, con una buena visión de juego y un notable golpeo de balón. Descarado y muy difícil de parar, el canterano pucelano es realmente peligroso con balón. Rinde tanto en la banda como en la mediapunta, aunque también puede jugar de 9 o incluso bajar al centro del campo. Aún tiene un gran margen de mejora y se esperan grandes cosas de él.
Como ya hiciera su compañero Aganzo, y a pesar de su polémica salida de Zorrilla por la puerta de atrás, Lolo solo tiene palabras buenas para el Real Valladolid. «Le tengo un cariño especial al Pucela. Fue mi casa, el equipo que me dio la oportunidad de debutar en Primera. Estoy con muchas ganas de jugar el domingo”. Él también apuesta por los suyos. Ha restado trascendencia a la goleada que consiguió el Pucela ante el Mallorca en la última jornada (1-5) y ha recordado que en el anterior partido el conjunto castellanoleonés, a priori muy favorito, fue derrotado por un Llagostera en descenso por 2-0. «Son muy buenos, pero no dejan de ser un equipo más de la misma categoría. No hay que tenerle miedo a nadie, sino afrontar los partidos con muchísima ilusión y ganas, y preocuparnos por nosotros, no por el contrario. Eso sí, siempre desde el respeto. Es importante que el equipo coja una buena racha después de siete encuentros sin ganar, ya nos toca».
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