El encuentro de Copa del Rey del pasado martes acabó con cierta polémica por los pitos de un sector de la afición a algunos futbolistas del Real Valladolid. Concretamente los silbidos se centraron en dos, Omar y Bergdich, a los que no les salieron las cosas del todo. El primero fue sustituido tras recibir una tarjeta amarilla mientras que el segundo jugó todo el choque copero.
Rubi, al finalizar el encuentro, se mostró muy molesto con esa reacción: «Claro que nos molesta que se pite. No ha habido problemas de actitud y así es más difícil. Que te silben en tu trabajo, a ver si te gusta». El técnico blanquivioleta salía así en defensa de los suyos: «No se esconden nunca. Si eso se va a salir… será más difícil subir de categoría. Siempre lo intentan y eso les honra». Ayer el tema fue de lo más recordado tras el partido ante el Elche.