El técnico sabe que su nombre suena como posibilidad para ocupar el banquillo de Zorrilla: «Siempre he tenido la sensación de que podría volver», dice

Pocas cosas ilusionarían más a buena parte de la deprimida afición del Real Valladolid que la vuelta al banquillo de José Luis Mendilibar. El crédito del técnico quedó prácticamente intacto tras su despido el 1 de febrero de 2010 y ahora el propio Mendilibar sabe que su nombre circula por los mentideros como candidato para liderar el nuevo proyecto blanquivioleta en Segunda. «Me han dicho que está sonando mi nombre por ahí, pero no tengo ni idea de lo que va a ser. Estoy esperando, no tengo nada. La Primera División terminó el domingo. No he recibido ninguna llamada». Queda claro que, a día de ayer, Mendilibar no tenía noticias directas del Real Valladolid, pero esa posibilidad, desde luego, no le desagradaría. «Siempre he tenido la sensación de que podría volver en algún momento. No puedes cerrar nunca puertas», añade el técnico de Zaldibar.

Mendilibar, de 53 años, es consciente de que la hinchada blanquivioleta le tiene en un pedestal. El fulgurante ascenso que logró en la temporada 2006-2007, con el denominado ‘Real Valladolid de los récords’, aún perdura en la memoria colectiva. También las permanencias de las dos temporadas siguientes. Muchos aficionados se concentraron en Zorrilla para aclamarle cuando Carlos Suárez decidió despedirle en 2010, una decisión que el propio presidente consideró errónea con el tiempo.

«Me alegra que me vean así y más cuando te han echado. Al final, los resultados mandan, aunque no sé, porque tampoco fueron mucho mejores después… Nunca estuvimos en descenso, pero es verdad que se trataba ya de mi cuarta temporada allí. El domingo escuché a Lucas Alcaraz [decir que no seguía en el Granada] y te das cuenta de que aquí en España no se ve lo de permanecer demasiado tiempo en un banquillo, y que se toman decisiones antes. Quizá a mí me pudo suceder eso. Yo había pasado tres años con una base de jugadores y al cuarto año se produjo un gran cambio. Eso nos pudo pesar. Se juntó un poco todo, aunque la afición y los medios de comunicación se portaron bien conmigo, que tampoco es fácil. Y quedaron sensaciones buenas. Yo siempre he pensado que la puerta está abierta para volver a Valladolid en un momento determinado».

El momento puede ser ahora… si el club blanquivioleta quiere y alcanza un acuerdo con el entrenador vizcaíno. Los caminos de las dos partes pueden converger. La vuelta de Mendilibar supondría insuflar una inyección de moral con vistas a un nuevo ascenso y, previsiblemente, detener la hemorragia de abonados para la próxima campaña en Segunda. El técnico anda deseoso de encontrar acomodo en un banquillo. Osasuna le despidió después de las tres primeras jornadas de la temporada recién concluida y siempre produce vértigo quedarse sin trabajo durante mucho tiempo.

«Yo he estado un año parado y el problema para nosotros es que no podemos entrenar inmediatamente en esta liga en el momento en que nos echan. Si terminas contrato, puedes tomar la decisión de esperar o decir ‘no tengo prisa por entrenar, vamos a ver cómo va el año’. Pero ahora que he estado toda la temporada parado, sí que tengo ganas de entrenar. Quiero trabajar y es verdad que, tal y como está el mercado laboral en el fútbol y fuera del fútbol, la gente se olvida de uno en el momento en que está un tiempo sin trabajo. La verdad es que no puedes permanecer mucho tiempo parado».

Mendilibar ha aprovechado este tiempo para ampliar su formación como técnico. Primero, recorrió clubes españoles con la idea de observar diferentes métodos de trabajo. Luego, viajó a Inglaterra para empaparse de otros conceptos durante tres meses. Allí tomó notas en entrenamientos y partidos de la ‘Premier League’, al tiempo que ampliaba sus conocimientos del idioma inglés. La pasada semana regresó a su casa de Zaldibar a la espera de que suene el timbre de su teléfono con algún ofrecimiento laboral. «En estos últimos meses, he intentado sacar provecho y no quedarme sin hacer nada».

La reivindicación del estilo

La aguja del fútbol puede favorecer ahora a entrenadores como él. El éxito del Atlético de Madrid ofrece un estilo alternativo al exitoso ‘tiquitaca’ que ha impulsado el Fútbol Club Barcelona en los últimos seis años. «El fútbol es variedad», subraya ‘Mendi’, como se le conoce cariñosamente en Valladolid. «A veces presionar está muy bien. Otras veces te tienes que replegar y defender más cerca de tu área porque los jugadores están cansados o el contrario te sale jugando y tú no puedes presionar arriba. Me imagino que mucha gente cambiará ahora de opinión y dirá que el fútbol no es solo el ‘tiquitaca’. Hasta ahora, parecía que el fútbol solo lo hacía el Barcelona y que todo lo demás no valía para nada. El fútbol bueno pasa por aprovechar tus posibilidades, lo que tienes, los jugadores, el tipo de equipo. No copiar a uno porque haya que hacerlo. Parecía que hasta ahora todos tenían que jugar como el Barcelona. Si no lo hacías, no eras un buen equipo, ni un buen entrenador, ni un buen futbolista. Por eso me alegra el éxito del Atlético de Madrid. Yo siempre he estado con eso. Hay momentos en un partido que puedes jugar de una forma y 20 minutos más tarde hacerlo de otra».

José Luis Mendilibar ha seguido atento las evoluciones del Real Valladolid durante esta temporada. Ha visto muchos partidos por televisión antes de su marcha a Inglaterra y allí se ha mantenido al día de la actualidad blanquivioleta a través de internet.

El tiempo le permite reflexiones sosegadas sobre lo que sucedió en la temporada 2009-2010, antes de que se cerrase su capítulo blanquivioleta por culpa de un vestuario con futbolistas muy tóxicos. «Los vestuarios son de fácil o difícil control, según lo que les das o dejas de dar. Si permites cosas, al final no puedes controlarlos. En general, la gente estaba bien, pero sí que es verdad que hubo problemas con algunos jugadores. Esos problemas llegaron porque no se cortaron de raíz antes. Quizá la culpa fue mía y de los que estábamos allí en ese momento. No supimos frenar la situación».

Han pasado cuatro años y casi cuatro meses desde que Mendilibar dirigió su último partido con el Real Valladolid. En este tiempo, ha evolucionado. Sus temporadas con Osasuna en Primera han ampliado su currículo y sus experiencias profesionales. Posiblemente, ahora sea más sabio, pero él no quiere dejar de lado la intuición. «¿Más sabio? No lo sé. A veces los prontos pueden más que la sabiduría. Cuando te haces mayor, igual piensas más las cosas. Eso puede ser bueno o no. A veces es mejor tomar decisiones por sensaciones y no por pensar demasiado. Debes compensar. Cuando hay que reflexionar, reflexionar. Cuando hay que tomar decisiones rápidas, saber tomarlas. Espero haber mejorado mi conocimiento… y seguir guiándome a veces por las sensaciones».