Diego Mariño no se esperaba ser el portero suplente ante el Rayo. Titular en todas las jornadas anteriores de Liga, el portero vigués quedó relegado al banquillo el pasado sábado. «Fue una sorpresa, pero esto es fútbol. Hay que respetar la decisión del entrenador, seguir trabajando como he venido haciendo hasta ahora y esperar mi oportunidad», señala Mariño.

El guardameta desconoce las razones del cambio. «No sé que ha pasado. No sé si es por los goles encajados o por algún fallo que tenga que corregir. No tengo ni idea. Me quedé bastante fastidiado porque para mí fue una sorpresa. Creo que he hecho bien las cosas y me cayó como un jarro de agua fría, pero yo no puedo hacer nada. No me queda otra que animarme y seguir trabajando».

Mariño ha señalado este lunes que sus compañeros le ha arropado. «Creo que nadie se lo esperaba y me han dando palabras de ánimo. Ellos consideran que lo estaba haciendo bien». Por el momento, el portero no ha recibido explicación del entrenador blanquivioleta, Juan Ignacio Martínez. «No, no he hablado con él. No sé nada. Pero cuando empecé a jugar tampoco me dijeron por qué lo hacía, así que tampoco espero que ahora me digan por qué no juego. Si el motivo fuese alguna carencia o algún fallo, estaría bien saberlo para corregirlo y que me pueda ayudar en el futuro. Si es por eso, claro».