«Les hemos trasmitido que cojan el toro por los cuernos. Que miren de cara a la situación, que es complicada pero no imposible. Si son ellos, se saca. No puede ser que ellos mismos dentro de un terreno de juego no se arropen, no se ayuden, no se miren a la cara. Son buenos jugadores y esperemos que nos trasmitan esas sensaciones positivas de ser nosotros y competir en cualquier estadio. Sin son ellos tenemos muchas posibilidades de ganar los partidos». El director deportivo, Alberto Marcos, explicó así parte de la reunión que mantuvo con la plantilla blanquivioleta ayer por la mañana, añadiendo que la solución es «responsabilizarse de uno mismo y ayudar al compañero. Tener el sentimiento de estar juntitos para lo bueno y lo malo. Sentir que uno está mal y poder ayudarle».
Él, como exjugador y excapitán, sabe perfectamente qué ocurre en un vestuario en momentos como este, con el equipo en un mar de dudas y en puestos de descenso. Aunque no hace comparaciones con el pasado más reciente: «Lo bueno y bonito es que estamos todos juntos, que no son los vestuarios complicados de otros años, en los que yo estaba implicado. Es un grupo noble, honesto». Por eso mantiene la ilusión: «Siempre pienso en positivo. Quizá hemos esperado un poquito y esto (por la reunión) lo teníamos que haber hecho antes. Si esto es para subsanar cualquier error que estemos cometiendo, bienvenido sea».
Alberto Marcos confía en que la terapia de ayer funcione -«vamos a ver cómo responde el grupo y las sensaciones que se tiene. Porque yo no dudo de los jugadores, de ninguno», machacó-, porque cree que el problema es sobre todo mental, que se arrastra de los numerosos empates cosechados.

Apoyo al técnico. Una vez más, el director deportivo dejó claro su total apoyo a Juan Ignacio Martínez: «Pase lo que pase, estamos todos para lo bueno y lo malo. Las cosas se sacan con trabajo (…) Mantenemos la confianza y esperemos que en el próximo partido ante un grandísimo equipo se vea al Valladolid que queremos». De los posibles fichajes solo una frase: «Si pensamos que los que vengan van a ser los salvadores estamos equivocados».