La situación de los entrenadores y los presidentes ha cambiado en los últimos tiempos; ahora hay más paciencia y se da más tiempo a los proyectos, bien por la crisis, bien por que se ha ganado en cordura: “Este año estoy convencido de que no nos toca descender. Hemos buscado la continuidad de un trabajo que Juan Ignacio estaba haciendo y también se estaba haciendo en nuestro equipo. Hemos tenido muchas bajas y todo cambiará en cuanto ganemos dos partidos seguidos; el equipo necesita cariño y yo estoy tranquilo y la tranquilidad es la piedra en la que cimentar la permanencia”. Carlos Suárez confesó que se arrepentía de “haber cesado en su día a Mendilibar, me equivoqué, aunque él llegó un momento en el que tampoco se veía con fuerzas”.