La alegría ha vuelto al Estadio José Zorrilla. Los goles, la ilusión, los abrazos y las sonrisas que tanto se echaban de menos han regresado este lunes al templo blanquivioleta gracias al triunfo por tres goles a uno ante el Real Racing Club de Santander en un partido controlado por el Real Valladolid. Dominador en la mayoría de momentos del partido, seguro en área propia y acertado en la rival, el Pucela suma tres puntos y deja atrás una mala racha en la que ha sido la vuelta del fútbol a casa en este año 2024, más de un mes después del último partido como locales. Incluso con diez, por la expulsión de Boyomo en el 73′, los blanquivioletas mostraron una versión eficaz y prometedora para sumar su duodécima victoria de la temporada.

Desde el principio los castellanos quisieron demostrar que este era el día. Se jugaba en campo cántabro y las ocasiones eran de los de Pezzolano, que apretaban, que insistían, que presionaban. En el minuto 26 llegó una de las primeras claras en las botas de Meseguer, después de un saque de banda y varios golpeos de cabeza a un balón que estaba vivo y que cayó cerca del centrocampista, cuyo disparo se encontró con los dedos del portero para enviar a córner. No sabía el murciano que hoy iba a ser uno de los protagonistas del día, pero para eso aún quedaba partido. El otro que centró los focos fue un excelso Anuar que fue quien abrió el marcador en el minuto 30 en una jugada en la que, al igual que en El Sardinero, él fue el más listo de la clase. Saber estar, oler la oportunidad, y no desaprovecharla. El canterano se valió de un envío a la espalda de la zaga racinguista, con un defensor enganchado que rompía el fuera de juego, para, en el mano a mano, ajustar a un lado del portero y poner justicia, a la luz de lo que estaba sucediendo sobre el verde.

En un abrir y cerrar de ojos el Real Valladolid pudo sentenciar porque dos minutos después gozó de una clara en la que Sylla ganó bien el espacio, pisó área y optó por disparar algo escorado sin ver que Anuar entraba solo en el segundo palo. No llegó el segundo, pero sí se mostró hasta el descanso una imagen de seguridad con balón y de templanza defensiva para hacer que Masip fuese, casi, uno más de los 16.585 espectadores en Zorrilla.

Segunda mitad para confirmar sensaciones
Es cierto que tras el paso por vestuarios hubo unos minutos en los que el Racing parecía querer más, cambiar el guion del encuentro. Lo consiguió realmente, pero de manera efímera. Masip desplegó sus virtudes para mantener al equipo en el 49′ con una gran parada abajo a un tiro cruzado de Lago Junior, pero tocó saber aguantar ante el empuje visitante, que encontró el empate en el 59′ en una buena jugada por su ataque derecho que acabó con el centro atrás, raso, del propio Lago Junior para la aparición de Peque, quien definió de primeras.

Fue un espejismo en la dinámica de un partido que tenía color blanco y violeta. Los de Pezzolano no achacaron el tanto en contra y tuvieron claras las líneas que había que seguir, volvieron a asumir el control, volvieron a embotellar a su rival en su campo, y volvieron acertar con el premio deseado por todos, el gol. Tras una clara, un remate de cabeza de Sylla que atrapó Jokin, llegó el 2-1 en un centro medido de Anuar al segundo palo para la llegada milimétrica de Meseguer, quien con calidad la durmió en el fondo de la red.

Ahí empezaba su momento, compartido junto a Raúl Moro, ya que entre los dos gestaron la sentencia, el tercero de la noche. Una genialidad del extremo sobre la línea de cal puso el ‘oooooh’ en la grada, que dio paso a un grito de pasión y felicidad cuando el envío atrás encontró a Meseguer y su disparo preciso. Qué felicidad da cuando los tuyos ganan, cuando todo un Estadio vibra al unísono para celebrar. Y era tal la dinámica positiva que, incluso con la roja directa que vio Boyomo en el 75′ a consecuencia de un agarrón fuera del área considerando que era el último hombre, el Pucela no bajó su nivel. El marcador no se movió, el Racing apenas creó ocasiones en esos más de 20 minutos (con siete de añadido) y la victoria brilló en el casillero de los castellanos. Con algo de suspense porque en el minuto 90 se sancionó un penalti por falta de Escudero, aunque la revisión del VAR decretó que no era.

Con 39 puntos el Real Valladolid vuelve a la quinta plaza y recupera confianza para, el próximo sábado, 3 de febrero, visitar al líder CD Leganés. Por hoy solo queda disfrutar del triunfo y celebrar esa comunidad con la afición para que, con el empuje de todos, se luche por el objetivo.

Ficha técnica:

(3) Real Valladolid: Masip; Luis Pérez, Boyomo, Torres, Escudero; De la Hoz (Jurić, min. 60), Meseguer; Iván Sánchez (Moro, min. 60), Monchu (Lucas Rosa, min. 74), Anuar (Tárrega, min. 78); Sylla (Kenedy, min. 78)

(1) Real Racing Club: Jokin Ezkieta; Fernández, Germán, Rubén Alves, Mario García; Aldasoro (Sangalli, min. 83), Íñigo (Grenier, min. 88); Lago Junior (Jeremy, min. 83), Peque, Vicente; Baturina (Ekain, min. 70)

Goles: 1-0, Anuar, min. 30. 1-1, Peque, min. 59. 2-1, Meseguer, min. 67. 3-1, Meseguer, min. 72

Árbitro: Trujillo Suárez (C.T. canario) amonestó con cartulina amarilla a los visitantes Vicente, Aldasoro; y a los locales De la Hoz. Expulsó con roja directa a Boyomo

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 24 en LaLiga Hypermotion disputado en el Estadio José Zorrilla el lunes 29 de enero de 2024 a partir de las 20.30 horas ante 16.685 espectadores