“Es una alegría volver. Tenía muchas ganas después de tanto tiempo. Es un día feliz”. Así se mostró Kiko Olivastras el 2-2 cosechado por el Real Valladolid en San Mamés, donde tuvo que igualar dos veces al Athletic Club. “El empate ayuda a que sea un poco mejor, aunque hubiera estado más contento con los tres puntos”, aseguró.

El central comentó que el Pucela no supo “entrar al partido” y que el conjunto vasco se asentó “mejor”. “Casi al final de la primera parte tuvimos más ritmo. En la segunda, con más determinación, encontramos el empate”, dijo, aunque lamentó el 2-1 logrado por los locales. “Al final se ha vuelto un poco loco. Necesitábamos ganar, pero no ha podido ser”, señaló, tras destacar el punto obtenido “en un campo y ante un equipo muy difícil”.

“Nos estamos jugando mucho. No nos queda otra que dejarnos todo lo que tenemos y conseguir la victoria”, concluyó el defensa blanquivioleta, que volvió después de caer lesionado en julio del año pasado en el campo de la SD Eibar.