En julio de 2020, el central del Real Valladolid Kiko Olivas se lesionaba de gravedad tras sufrir una rotura en el ligamento cruzado anterior, lesión en el cuerpo menisco externo, esguince de grado I en el ligamento colateral lateral y un edema óseo en el cóndilo femoral externo de la rodilla izquierda. El 17 de julio de 2020 se informó desde la web del club que el plazo estimado de baja del central sería de 8 meses, y hoy 17 de marzo se cumple dicha fecha.

El central en las últimas semanas ha ido dando muestras de mejoría, pero de momento no ha entrenado al mismo ritmo que sus compañeros, por lo que su regreso se retrasará más de lo que se tenía previsto. También es cierto que el 30 de noviembre de 2020 tuvo que operarse de nuevo y eso es lo que posiblemente haya retrasada su proceso de recuperación.