El futuro de Sergio González al frente del Real Valladolid es oscuro, los malos resultados de esta temporada han hecho que se encuentre discutido pese a la imagen de unidad del club. Una derrota en Eibar le podría costar con casi total seguridad el puesto, además tal y como informa Arturo Alvarado en El Diario de Valladolid, el entrenador ya no tiene a toda la plantilla a su favor: “El míster cada vez cuenta con menos adeptos en una plantilla dividida (que no enfrentada) entre los pro y contra el míster”.

Esta división de opiniones dentro del vestuario viene de lejos, pero se ha incrementado debido a la última rueda de prensa del entrenador tras la derrota contra el Alavés. Los jugadores prefieren estar al margen, y públicamente fomentan la imagen de unión, pero el vestuario no es la misma piña que los dos años anteriores en Primera.