Echar o mantener al entrenador por los malos resultados no es sinónimo de nada con escenarios reales en la mano, el ejemplo claro lo tiene el Real Valladolid en sus dos último descensos a Segunda, los cuales fueron muy diferentes respecto a la paciencia con los entrenadores.

En 2010 se produjo el descenso denominado “el de los 3 entrenadores” ya que el club empezó con Jose Luis Mendilibar y cuando fue echado por la mala dinámica fue sustituido primero por Onésimo Sánchez, y en el tramo final de la campaña por Javier Clemente. En este caso el cambio de entrenador no resultó positivo, ya que no se consiguió el objetivo de la permanencia.

El último descenso a Segunda se produjo en 2014, la nave pucelana estaba dirigida por Juan Ignacio Martínez, ese año se tomó la decisión contraria a la de 2010, y se mantuvo al entrenador hasta el final, decisión no acertada debido a que el club descendió a Segunda.

Esta temporada, en 2021, el entrenador pucelano Sergio González se tambalea tras la mala campaña que se está realizando. De momento desde el club se está tomando la decisión de mantenerle en el cargo porque se confía que puedan llegar los buenos resultados y salvar la Categoría. De no ser destituido, ¿le saldrá bien la jugada al Real Valladolid?.