Tras las presentaciones de Luis Pérez y Orellana, este jueves fue el turno para Bruno González. El central destacó el “interés” que depositó en él el Real Valladolid tras un año “atípico para todos”, ya que él acabó su contrato el pasado 30 de junio. “En toda mi carrera estuve en tres clubes y este año voy a estar en otros tres”, comentó.
Pero el paso para llegar a Zorrilla no fue complicado para él. “El Club contactó conmigo y pregunté a gente que estuvo aquí. Me hablaron maravillas con palabras y hechos. El sentir de todos es el mismo: crecer y dar importancia al futbolista”, explicó.
Aunque sus primeros días no fueron como esperaba, ya que dio positivo en Covid-19 y tuvo que estar aislado. “No sabía que lo tenía hasta que hicimos la prueba aquí. No tuve ningún síntoma, pero estuve en casa impaciente. Quería incorporarme al primer entreno y lo que más me fastidió fue eso. Quiero agradecer al preparador físico, al cuerpo técnico y a Miguel Ángel, que me llamaba mucho”, dijo.
Ahora ya se encuentra con el grupo y “bien”, aunque recordó que lleva entrenando “diez días menos” que sus compañeros. Esa circunstancia no será problema para comenzar el curso, ya que aseguró que llegará “sin ningún problema”. Por ello, en estos días realiza “trabajo físico para recuperar el tiempo perdido”.
Quien no estará en el primer tramo de la temporada es su compañero de la zaga Kiko Olivas, con quien ya ha podido hablar. “No vengo a sustituir a nadie y ojalá estuviéramos los dos peleando por el puesto o jugando. Vengo a aportar mi experiencia y mi actitud. Estoy para sumar y ya se verá el nivel que puedo dar. Solo puedo asegurar trabajo y dejarme la piel por la camiseta”, expresó.
Así las cosas, el central está ya a las órdenes de Sergio González, que le ha dedicado “mucho tiempo” desde su llegada. “Tengo buenas referencias de él como persona y como entrenador todos conocemos el nivel que ha dado aquí. Ha sido un factor importante para decidirme por este proyecto”, señaló.