El Real Valladolid tenía sobre la mesa diferentes proyectos que, como es lógico dadas las circunstancias, sufrirán un frenazo. El objetivo de la directiva es que el nuevo escenario marcado por el Covid-19 retrase lo menos posible los planes trazados con anterioridad. “Esta situación nos va a retrasar un poco nuestros planes. Por ejemplo, teníamos previsto empezar las obras de la Ciudad Deportiva en abril y ya no será posible, pero a la vez mantenemos conversaciones y el intercambio de documentación con el Ayuntamiento para intentar adelantar el plazo lo máximo posible”.

Por supuesto, más allá de saber qué deparará el futuro,“lo más importante es poder batir a este rival tan importante” y a partir de ahí “encontrar las mejores soluciones para todos”. Ronaldo Nazário, como la inmensa mayoría de los ciudadanos, tira de responsabilidad y se queda en casa para poner su granito de arena. Entre todos haremos que todo vaya bien.