Sandro Ramírez es un jugador que desde que salió de la cantera del Barcelona se le esperaba como uno de los grandes goleadores de la Liga, y más cuando en el Málaga llegó a anotar 14 goles en una temporada.

En España, antes de firmar por el Everton tras su buena campaña en tierras andaluzas, anotó un total de 23 goles en 63 encuentros de Liga, lo que hacía suponer una carrera plagada de goles del delantero. Pero en el verano de 2017, el Everton fichó al atacante por 6 millones de euros, y desde entonces ha sido incapaz de anotar ningún tanto en competición doméstica, tan solo marcó un gol en UEFA con el conjunto inglés, en un encuentro que su equipo perdió por 5-1 contra el Atalanta italiano.

Desde que fichó por el Everton, el delantero tan solo ha sido capaz de anotar un tanto en 57 partidos disputados. Desde el verano de 2017 ha jugado en 4 equipos: Everton, Sevilla, Real Sociedad y Valladolid y si no lo remedia en los próximos encuentros, llegará a los dos años sin marcar. Este fin de semana ha estado muy cerca de poder romper esa racha, pero tras casi 700 días sin marcar, lanzó el penalti fuera.

El jugador siempre se ha mostrado tranquilo sobre este tema, ha reconocido en distintas entrevistas que no le preocupa y que sabe que terminará marcando goles, y que este año lo hará con el Real Valladolid. Por el momento en Pucela, ha jugado 305 minutos y no ha podido marcar. El equipo y la dirección técnica tienen gran confianza en el delantero, incluso la afición coreó su nombre cuando falló el penalti.