El futbolista riojano del Real Valladolid Pablo Hervías se ha abierto a la prensa para compartir parte de su recuperación, un proceso que le llevó a pasar su peor momento tras la operación, cuando «aquella noche no pude dormir casi, me dolía muchísimo», y a tener que ver los días pasar «tirado en el sofá, en Logroño, con un babero puesto, me tenían que traer la comida, levantarme para mear… me tenían que hacer absolutamente todo».De ahí que tuviera que aferrarse a «pequeñas motivaciones» como «que te duela menos al caminar».

«Cuando sabes que te tienes que operar lógicamente tu cabeza cambia, sabes que tu día a día cambia. Luego vas mejorando, yendo al gimnasio, madrugando… mientras aquí se celebraba la permanencia yo me levanté a las 8 de la mañana en Eibar para entrenar. Y muchas veces sin notar mejoría, fatigado, se hizo muy duro» recordaba Hervías en sala de prensa, quien incluso bromeaba: «Cuando estás en casa echas de menos hasta a los periodistas, las críticas, todo».

A pesar de todo eso el extremo no faltó en el Estadio José Zorrilla, como muestra de su compromiso con los colores. «Durante la semana estaba en Eibar, pero de los partidos de casa creo que vi todos menos el de Getafe y la Real Sociedad, a sufrir como todos. Me traían en coche y para subir las escaleras imagínate».

Después de 7 meses, Pablo Hervías ya sonríe y juega con el resto de sus compañeros, el pasado fin de semana debutó en Liga anotando el tanto del Real Valladolid.