El diario El Mundo publica en exclusiva que los pinchazos de la ‘operación Oikos’ destapan los planes para «determinar» el resultado del partido que decidió la última plaza de Champions, Aranda y Bravo pactaron el resultado con parte de la plantilla del Valladolid para apostar, según el juez.

«Mira, hermano, que gana primera y segunda parte el Valencia, ¿vale?«. «Había siete jugadores comprados, nada más». Son algunas de las frases pronunciadas por Carlos Aranda, uno de los implicados en la operación Oikos, e interceptadas por la policía en las escuchas telefónicas, según refleja la transcripción de las mismas a la que ha publicado hoy mismo EL MUNDO. Según este diario de tirada nacional, el «amaño» habría sido realizado de «forma concertada con Borja Fernández Fernández», capitán del Valladolid, a cambio de un pago que, según la documentación judicial, estaría pendiente de realizarse o de acreditar con pruebas.

El juez sitúa como pieza clave a la hora de «condicionar» y «predeterminar» el amaño del partido Valladolid-Valencia al ya ex capitán del equipo pucelano, Borja Fernández tal y como cuenta EL Mundo. Este futbolista disponía, a juicio del instructor, de una «posición privilegiada para proponer e influir sobre todos o algunos jugadores«.

Siempre según EL MUNDO, los investigadores también tienen acreditada la existencia de una reunión mantenida por Borja Fernández «con varios jugadores de la plantilla del Valladolid en casa de uno de ellos, Sergio Gotán Gallardo, alias Keko», para coordinar el amaño del encuentro. Por realizar estas gestiones, los cabecillas de la trama aluden en sus conversaciones a que el capitán del Valladolid debería cobrar al menos 50.000 euros. El 19 de mayo, en otra conversación pinchada por la policía, Aranda reveló que «había siete jugadores comprados», en referencia al Valladolid. 

Alineación del Real Valladolid que jugó contra el Valencia.