Y se jugó el tan esperado partido contra el Alcorcón, encuentro que esperábamos ganar todos, por lo menos todos los aficionados, porque tanto los jugadores como el entrenador parece que no tenían ninguna intención de ello.

Porque si no, no se explica, no se entiende porque el equipo sale sin ninguna ambición de ganar el partido, un partido desastroso y un entrenador que con todos mis respetos no está a la altura del Real Valladolid.

Estamos de acuerdo que la situación actual dentro del club y la indecisión de la Dirección Deportiva y del Presidente, no es la más adecuada para afrontar la recta final, por eso desde todos los ámbitos se pide una solución a estos problemas.

No soy el que va a decir si se tiene o no que destituir al entrenador, los responsables tienen que decidir sobre ello, pero lo que si que diré es que esta situación no puede prolongarse hasta el final de la temporada, ni es normal, ni es sano.

En fin tendremos que esperar acontecimientos y esperemos también a que todo se solucione pronto y por el bien del Equipo. El objetivo parece cada vez mas difícil viendo la situación. Pero como siempre digo: SI FUERA FACIL NO SERÍAMOS DEL PUCELA.