Tal día como Hoy hace 20 años nos dejaba Marcos Fernández. Para mi personalmente el mejor Presidente que ha tenido El Real Valladolid. Éste Leones llego al Club en 1992 y desde su llegada hizo que los abonados y aficionados se sintieran orgullosos de ser y pertenecer al Real Valladolid. Su frase más famosa y que todavía perdura en el Estadio es: «Un Equipo de Primera para una Ciudad de Primera».

Bajo su mandato llegaron los momentos más felices y exitosos del Real Valladolid, formó el tándem perfecto con Don Vicente Cantatore, propiciando los mejores recuerdos y resultados deportivos del fútbol moderno en el Real Valladolid. Estuvo 5 años de éxitos hasta que la maldita leucemia nos privó de su mandato y posiblemente del despegue y desarrollo del club tanto a nivel económico como deportivo .

Con él nuestro club jugó en Europa, paseando el nombre del Pucela con orgullo y la cabeza muy alta, llegamos a ser el EuroPucela jugando la UEFA. Este Constructor que construyó y creó el barrio de Parquesol no sólo consiguió que el club consiguiera éxitos deportivos sino que también saneó las maltrechas cuentas que heredó del dimisionario presidente Andrés Martin. Deudas que saneó y nos hizo cumplir la Ley del Deporte sin la cual habríamos desaparecido ahogados por las deudas.

En la ciudad su muerte cayó como una losa de la cual hoy y transcurridos 20 años no logramos reponernos, su recuerdo es permanente , Su gestión fue envidiable y su amor por este club y por esta ciudad fue incuestionable. Sus hijos heredaron un club fuerte y saneado, pero el eterno y reciente recuerdo de su padre pudieron con ellos y terminaron malvendiendo el club, y desde entonces no se ha levantado cabeza.

La figura del Presidente Marcos Fernández sigue siendo un referente para todos los que queremos al Real Valladolid. (Yo personalmente ya seguía al Club pero desde entonces me hizo apasionarme de el). En la historia del Club ha habido muchos Presidentes, con mayores o menores éxitos, pero para mí el gran Presidente fue el difunto Marcos Fernández. Nos queda solo soñar con lo que pudo ser y no fue, y maldecir a la maldita enfermedad que nos privó de su visión y mente privilegiadas para los negocios y el fútbol.

En el 20 aniversario de su fallecimiento solo podemos recordarlo y desear que sus enseñanzas, sueños y anhelos sigan deambulando por las oficinas del Club para que esa visión suya, de un Pucela grande se pueda hacer realidad. Siempre le estaremos agradecidos por habernos dado el orgullo de pertenecer a la afición del Real Valladolid.

UN EQUIPO DE PRIMERA PARA UNA CIUDAD DE PRIMERA