Asier Villalibre reconoce lo que en Valladolid es un secreto a voces, y es que la gente dice de él que no sonríe, el lo achaca a la timidez, tal y como lo explica en el Correo Vasco.

«Soy bastante tranquilo. Siempre me dicen que soy serio, que sonrío poco». Asier Villalibre es un joven que ha luchado energícamente por llegar a la cima. De lo único que tiene ganas es de trabajar para lograr sus objetivos, el primero ganarse la titularidad en el Valladolid. El gernikarra medita las respuestas. «Todos me dicen que soy serio, menos mis amigos con los que bromeo. Lo que me sucede es que me abro poco a poco a la gente, cuando cojo confianza».

Eso explica que cite a sus padres cuando se le pide que evoque el mejor consejo que le han dado en su carrera futbolística. «Me dicen que nunca piense que soy mejor que nadie, que nunca me suba a las nubes, que me mantenga en el suelo». Villalibre es feliz en Valladolid, en donde vive solo y aprovecha el tiempo para sus estudios en un grado superior de Deporte. La ciudad le agrada, pero avisa. «Prefiero Gernika». Cuando visita la villa foral uno de sus principales entretenimientos es acudir a los partidos de sus amigos en el Gernika Sporting, en la tercera categoría regional.