El club Pucelano ha añadido a su patrimonio el estadio José Zorrilla tal y como ha indicado el Norte de Castilla, por un valor de 16.400.000€, según la última tasación. Al estadio se añaden los campos anexos por 8.600.000€. Las dos infraestructuras son propiedad del ayuntamiento de Valladolid, y que ha cedido al club, después de un acuerdo en 1997, durante un periodo de 40 años, que se ampliará a 75 años después de un compromiso de colaboración acordado en 2012.

La agencia Tributaria sigue recibiendo el 25% de los ingresos que el club recibe de los traspasos, cesiones, rescisiones o cualquier negocio realizable con derechos sobre jugadores, según el acuerdo que se firmó tras el concurso de acreedores.

Se prevee que finalicen los pagos a Hacienda en 2024 y a la seguridad social en 2020, pero, a medida que se obtienen ingresos extra los plazos se reducen. La deuda inicial era de 33 millones de euros a pagar en 8 años en cuotas de 182.167 € al mes, durante las 3 primeras temporadas en segunda.

Este año,la cuarta campaña, esa cuantía aumenta hasta los 364.335,59€, cantidad fijada con la idea de que el equipo estuviera en primera. Al no ser así, el desembolso es importante. Esto hace que se reduzca el presupuesto para incorporar jugadores, aunque la indemnización a percibir por el club debido al “caso Saúl” sería de un millón de euros, a abonar por el jugador por duplicidad de contrato.

El presupuesto del club Pucelano este año es de 11 millones de euros, sin percibir ayuda por descenso pero si con mejoras en los derechos televisivos. A lo que se añade lo adquirido por el traspaso de José Arnaiz (3.500.000 + variables).

Además de todo esto, el Real Valladolid tiene que cobrar 250.000€ de un jugador, por incumplimiento de contrato y casi 400.000€ de un club en concurso de acreedores. En la última memoria del club se explica que “existe incertidumbre por el cobro de la indemnización pendiente de un jugador en el extranjero”.