Había que ganar y Ramis y los suyos lo consiguieron. Objetivo cumplido. Con la que está cayendo sobre el club desde hace dos años, no es poco.
Pretender que el equipo haga buen fútbol, supere al rival en todas las facetas del juego o gane sin sufrir y hacer padecer a sus incondicionales está fuera de lugar.
De lo que no cabe ninguna duda es de que la terapia aplicada por Luis Miguel Ramis al Almería, enfermo casi en estado terminal a su llegada, ha dado los frutos que el técnico pretendía y en los que pocos creían. Ahora ha pasado a sala, está más cerca que nunca de que le den el alta, pero no está completamente fuera de peligro. Con 3 puntos más la cura será total.
La clave El Almería perdía a Ximo ante la visita del Mirandés y recuperaba a Borja. El excelente trabajo de Joaquín hizo que no se notara la ausencia del central. La presencia del veterano centrocampista gallego dotó al equipo de la personalidad de la que careció en Mallorca.
No se puede decir que el Almería jugara bien, tampoco que fuera dueño del balón, ni que se mostrara superior al colista el juego, pero si fue mucho mejor a la hora hilvanar sus jugadas de ataque.
La pizarra Superó en profundidad al rival y por eso le venció, pero pasando más apuros de los que eran menester por culpa de no haber culminado las numerosas oportunidades de que dispuso. 
La presencia del delantero Quique González en la punta de ataque del Almería, sus dos goles, impresionante la media chilena que consiguió conectar en el primero, y la aparición de una mano del portero Casto para evitar un incendio cuando la ventaja en el marcado era mínima, inclinaron el duelo a su favor.Link: http://www.lavozdealmeria.es/Noticias/130107/8/Borja-Fern%C3%A1ndez-cambia-la-imagen-del-Almer%C3%ADa