El gran culebrón del pasado mercado invernal del Real Oviedo fue el fichaje frustrado de Cristian Espinoza. El futbolista argentino estaba cedido por el Villarreal en el Alavés, aunque tras su desvinculación del conjunto vitoriano, todo apuntaba a que acabaría convirtiéndose en jugador carbayón. Sin embargo, el club azul descartó su fichaje a última hora y fue el Real Valladolid el que acabó logrando su cesión el último día del mercado.
Espinoza era el favorito del Real Oviedo y de Fernando Hierro para reforzar la plantilla de cara a la segunda parte de la temporada. Pero cuando parecía que todo estaba hecho, la entidad oviedista descartó el fichaje del futbolista argentino. Los servicios médicos del club desaconsejaron su incorporación tras realizarle el reconocimiento médico, alegando que sufría un edema óseo que le iba a impedir trabajar al cien por cien con el resto del plantel.
Finalmente, fue el Real Valladolid el que logró hacerse con sus servicios el último día de mercado, o al menos eso parecía. Y es que Espinoza todavía no ha sido presentado ni se ha entrenado con el conjunto pucelano. Estaba previsto que el bonaerense se incorporara al equipo blanquivioleta el pasado 9 de marzo, pero aún sigue recuperándose de su lesión en Villarreal y no parece que vaya a tener solución a corto plazo porque el conjunto castellonense quiere evitar una recaída
De hecho, el mismo técnico del Valladolid, Paco Herrera, empieza a verlo complicado y ya admite que no sabe si podrá contar con Espinoza: «Contar con Espinoza, si tarda mucho, va a ser complicado».
Visto como se han sucedido los acontecimientos, mes y medio más tarde se ha demostrado que el Real Oviedo acertó no fichando a Espinoza y trayendo en su lugar a Borja Domínguez, que ya se encuentra perfectamente asentado en la dinámica del equipo y es un fijo en las alineaciones de Hierro.