Debutar con tu selección nacional es el sueño cumplido de todo futbolista. Pero si, además, lo haces en tu ciudad natal, en el estadio más grande de Venezuela, con 52.000 espectadores en las gradas, juegas los 90 minutos y ganas 5-0, la experiencia no tiene parangón.
Es lo que vivió Renzo Zambrano en su primer partido como vinotinto, encuentro que tuvo continuidad unos días después con otros 90 minutos ante Bolivia. El centrocampista del Promesas ha quemado etapas poco a poco desde su llegada al Club el verano pasado y siempre ha contado con la confianza de Paco Herrera, quien le tuvo a sus órdenes durante toda la pretemporada y le hizo debutar con el primer equipo.
“Esto es trabajo diario y la verdad es que estoy muy feliz por haber cumplido una etapa más en mi ilusión. No solo por el hecho de haber sido internacional debe cambiar la opinión que tiene el míster de mí, la tengo que cambiar yo. Espero poder tener más oportunidades en el primer equipo en un futuro”, comentaba sonriente.
Zambrano ahora está convaleciente de una lesión sufrida durante su concentración con la selección venezolana, pero trabaja para volver cuanto antes a los terrenos de juego. En principio, tiene que esperar cuatro semanas para recuperarse de la rotura de fibras sufrida en el recto anterior derecho.
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