El técnico de la Real Sociedad vuelve a su casa mañana. El alcalde de La Seca repasa los inicios futbolísticos del técnico, donde empezó a dar sus primeras patadas al balón

El alcalde de La Seca (Valladolid) acepta posar para este periódico delante de la iglesia Nuestra Señora de la Asunción porque fue ahí donde Eusebio Sacristán(La Seca, 1964) empezó a dar patadas al balón. «Desde crío tenía una buena técnica y a eso sumó la picardía de la calle para aprender trucos». Lo sabe bien porque son prácticamente de la misma generación. «’Use’, un diminutivo de Eusebio y como le conocemos todos en el pueblo, es un año mayor que yo», dice orgulloso Goyo Bayón Piñero, un socialista que lleva año y medio en el cargo después de seis legislaturas del PP, cinco con Damián Recio al frente, quien fuera jugador del Real Valladolid a finales de la década de los sesenta cuando deambulaba entre la Tercera y la Segunda. Él fue quien les habló a los técnicos del club de un chaval que «tenía un guante en el pie». El vínculo entre Bayón Piñero y Eusebio viene de lejos porque estudiaron juntos en el único colegio de La Seca, el César Bedoya, y a los doce años pusieron rumbo a Valladolid «junto a otros dos chavales del pueblo» para seguir sus estudios en el colegio interno Hijos de María Inmaculada. «Algo vieron los profesores en nosotros que nos animaron a seguir estudiando a diferencia de otros muchos a los que se les cerró pronto esa posibilidad. No fue una decisión fácil, ni para nosotros ni para los padres, pero acabamos internos en Valladolid. Eran los años en los que Eusebio ingresó en el Real Valladolid. Él se entrenaba por las tardes con el equipo juvenil y después regresaba al colegio para dormir». En este colegio -hoy cerrado después de cuarenta años de funcionamiento- cursaron sus estudios de sexto de EGB. «Los domingos nos dejaban el día libre. Aprovechábamos para volver al pueblo. Bien los padres de ‘Use’ o los míos nos recogían en Valladolid, nos llevaban a almorzar a casa y por la noche nos dejaban en el colegio después de pasar el día en La Seca. La estrecha relación con él y con su familia viene de entonces. Son gente humilde que ha vivido de sus huertas como todo el mundo en nuestro pueblo. Una vez acabados los estudios cada uno tomó un camino. ‘Use’ tenía claro cuál era el suyo: con doce años nos maravillaba con las filigranas que hacía con el balón». Eran sus primeros pasos en un club, en el que es una institución y al que la Real se medirá mañana en el Estadio Nuevo Zorrilla de Valladolid, en la ida de la Copa. Esta eliminatoria es especial para Eusebio y para su círculo más próximo, como admitió el técnico de la Real Sociedad cuando conoció el emparejamiento: «Es el equipo de mi tierra, mis amigos y mi familia estarán en el campo, pero tengo claro lo que hay que hacer: ganar. Estamos muy ilusionados en hacer cosas grandes e importantes en la Copa». Desde La Seca se desplazarán unos cuantos porque apenas 33 kilómetros les separan de la ciudad de Valladolid.La cuna del verdejoHoy los padres de Eusebio, Alfredo y Rosario, y sus dos hermanas, Teresa y Charo, residen en el pueblo a apenas dos minutos a pie de la plaza Mayor en la que está situado el Ayuntamiento. La Seca es la viva imagen de un pueblo castellano situado un mar de campos de cereal y viñedos. El domicilio de los Sacristán queda enfrente del templo, de la pared que Eusebio martilleaba con el balón. Luego llegaron 543 encuentros de Liga y un palmarés en el que destaca la Copa de Europa y cuatro Ligas con el Barcelona. En Valladolid inició su carrera futbolística y en Valladolid colgó las botas después de su paso fugaz por el Atlético de Madrid, triunfar a lo grande en el ‘Dream Team’ de Cruyff y jugar dos temporadas en el Celta.Como en buena parte de los pueblos castellanos, los Sacristán se pasan el año mirando al cielo, esperando que cada momento traiga lo mejor de sí. Ellos también tienen una larga tradición vinícola, algo lógico en un pueblo bautizado como la cuna del Verdejo. Sus tierras pardas, pedregosas, bebedoras de la cercana ribera del río Duero las hacen ideales para el cultivo de uva Verdejo. Sus inviernos fríos y largos, sus primaveras cortas con tardías heladas y los veranos secos y calurosos han hecho de La Seca una referencia en el sector vinícola. Hoy tiene diecisiete bodegas, «y alguna más que ya está en camino», que emplean a la mayor parte de sus 1.100 habitantes. No hay más que asomarse a los campos para comprobarlo. Una legión de trabajadores ha empezado en los últimos días a podar las vides después de una vendimia «excelente» en la que la cooperativa Cuatro Rayas, «la reina de la corona», ha podido recoger 25 millones de kilogramos de uva, según dice el alcalde. «Por suerte, el campo sigue siendo el sustento de muchas familias. Tenemos paro, como en toda España, pero menos que en otros sitios», explica. El campo ‘José Luis Sacristán’El técnico de la Real Sociedad es el vecino que más ha destacado en los últimos años, pero curiosamente no hay nada en el pueblo que ponga en valor su figura. Recuerda el alcalde que «hace no mucho» había un bar que tenía fotografías del ‘Eusebio futbolista’ colgadas en sus paredes, pero el establecimiento ha cambiado de manos, ha pasado a ser un bar de copas, y ya no queda ni rastro de esas imágenes.El alcalde se apresura a anunciar que «más pronto que tarde» prevé impulsar un acto homenaje a Eusebio porque el pueblo «le debe mucho». «Es una persona humilde que nunca ha renegado de sus raíces, todo lo contrario. Le tenemos mucho cariño, nos sentimos orgullosísimos de él, y algo haremos. ‘Use’ ha sido un gran futbolista, pero está demostrando ser un gran entrenador y es mejor persona».No podrá bautizarse con su nombre el único campo de fútbol que hay en La Seca porque ya lleva el nombre de un primo carnal del entrenador realista. «Es alguien que se ha volcado siempre con los jóvenes, ha impulsado la práctica deportiva», explica. El ‘José Luis Sacristán’, como así se llama este campo de fútbol, está hoy cerrado a cal y canto hasta que la hierba recién sembrada arraigue. Hasta ese día el C.D. La Seca está jugando sus partidos como local en Serrada, un pueblo próximo situado a seis kilómetros. «No me quiero coger los dedos pero, si la meteorología nos respeta, confío en que en 2017 el equipo puede jugar ya sus partidos en casa en un campo de fútbol en condiciones. Es una promesa electoral que hice y que cumpliré». La Seca está en deuda no solo con Eusebio sino también con el otro futbolista del pueblo que llegó a ser internacional: Goyo Fonseca. Los dos fueron importantes en el Real Valladolid y formaron parte de la magnífica hornada que comenzó a atisbarse ya desde el año del ascenso a Primera la temporada 1980/81. «Pasarán muchos años, quizás no vuelva a repetirse nunca, que un pueblo como La Seca pueda alumbrar al mismo tiempo a dos talentos capaces de llegar a tan altas cotas en el fútbol español», advierte el alcalde.El primer edil no se atreve a asegurar si en ese acto de reinauguración del campo de fútbol estará Eusebio. «Nos encantaría tenerle con nosotros pero será difícil por el ritmo de partidos que lleva». Lo que sí es seguro es que en verano volverán a tenerle en casa. «Cada vez que viene se detiene a charlar con todos. Es uno más. Y sus hijos también aprovechan las vacaciones para escaparse al pueblo, son habituales en las fiestas. Se juntan con sus amigos en las peñas». En esas fiestas el toro es protagonista, como en otros pueblos de la zona. Tordesillas, por ejemplo, queda muy cerca. En la familia Sacristán también de esto saben un rato. El mejor recortador de toros de España se llama Eusebio Sacristán. En Azpeitia le conocen bien porque el pasado verano se rindieron a sus quiebros y recortes. «El padre del recortador es primo carnal de Eusebio. Nos tiene entusiasmados con su arte», cuenta. La fiebre por el toro en La Seca llega a tal extremo que el alcalde anterior, Damián Recio, fue noticia al recibir varias heridas en el transcurso de un encierro. Fue hospitalizado por heridas en el abdomen y pierna. Ese incidente puso al pueblo en el mapa al ser noticia en informativos. Pero, como dice el actual mandatario, «La Seca tiene otros motivos de los que alardear: su vino, sus paisajes y sobre todo sus gentes». Mañana no se perderá el regreso de uno de los suyos a Valladolid. «Será una satisfacción verle al frente de un equipo como la Real en Valladolid. Soy un enamorado del País Vasco, de su cultura y su comida. Y me consta que Eusebio también está feliz en San Sebastián».Link: http://real-sociedad.diariovasco.com/noticias/201611/30/vecinos-laseca-eusebio-20161130002115-v.html