El Girona lleva más de un año detrás de Isaac Becerra para renovarlo, y no lo ha conseguido nunca. El colomense siempre ha manifestado que quería centrarse en el trabajo en la portería y que cuando terminara la temporada ya reflexionaría sobre su futuro, pero de hecho es libre desde enero en caso de haberse entendido con cualquier club. Y el Valladolid es el que más trabajo ha avanzado en este sentido. En cualquier caso, el Girona entiende que hace tiempo que no tiene nada que hacer, a pesar de que no tiene ninguna queja -todo lo contrario- de la actitud y la profesionalidad del portero.
Becerra, que llegó en Montilivi el verano de 2012, tomó la titularidad a Dani Mallo en la recta final de su primer curso como blanco-y-rojo, en plena lucha hacia la primera promoción de ascenso a primera, y desde entonces ha sido fijo bajo los palos. Las dos últimas temporadas, el colomense, que el domingo hizo 28 años, no se ha perdido ni un minuto de liga. El Girona deberá renovar por completo la portería, porque el suplente de Becerra, Germán Parreño, estaba cedido por el Espanyol. El jugador nacido en Elche no ha jugado ni un minuto en la liga y sólo ha podido participar en la copa y la copa Cataluña.