¿Qué le pasa al Cádiz?

PARECE que son víctimas de un maleficio, de un vudú, de un gafe. Y no me refiero sólo a esta temporada, sino también a las anteriores. Aunque este año todavía es más duro, porque se ha complicado como si fichara Van Murphy. En la primera vuelta teníamos un equipo que parecía malo, y ahora parece peor. Tampoco el nuevo entrenador, Álvaro Cervera, está acertando. En dos partidos, todavía no se ha marcado ni un gol, cuando era el equipo más realizador del grupo. Y sólo ha conseguido un punto, dejando escapar cinco. Como para ser optimistas.

A la misma hora que el Cádiz jugaba en el campo del Jumilla, lo hacía el Oviedo frente al Córdoba, en un partido importante para los puestos de ascenso… a Primera. Ganó el Oviedo, nuestro verdugo de aquella fiesta absurda en Carranza, gracias a un gol de Josete, que se marchó en el mercado de invierno de esta temporada. A esto se pueden añadir los goles de Juan Villar en el Valladolid, o la racha triunfal del entrenador Monteagudo en el Cartagena, por no recordar que Jose González y Antonio Calderón están intentando salvar al Granada de Quique Pina en Primera, y el sábado le ganaron al Las Palmas de Quique Setién, que fue el verdugo de Jose (y del Cádiz) en la tanda de penaltis cuando vino con el Lugo.

¿Por qué lo que aquí no funcionó, en estos años de perdición en Segunda B, sí funciona en otros lugares? El mismo Claudio venía de buenas temporadas en la Ponferradina. Y aquí sólo le faltó un gol, ante ese Oviedo en el que ayer marcó Josete. Además de sobrarle todos los palos de ciego que ha dado esta temporada con las alineaciones, sin ser capaz de enderezar el rumbo. Recordemos que el Real Murcia parecía inalcanzable, pero hoy el líder es el UCAM, que estuvo empatado a puntos con el Cádiz no hace tanto.

En Jumilla, Álvaro se dedicó a experimentar. El partido fue pésimo, disputado a patadones y condicionado por el viento. Le dio una oportunidad a Carlos Calvo, que sigue sin demostrar nada. También se vio que no hay nadie que frene al rival en el centro del campo. A Nana lo superaron varias veces por velocidad en los contragolpes. Y terminó jugando sin Güiza (al que retiró faltando más de media hora) y sin Lolo Plá, cuando necesitaba marcar goles.

La única oportunidad del Cádiz, en todo el partido, fue un cabezazo de Migue, en un saque de esquina, que salvó un jugador del Jumilla bajo palos. Se puede destacar que ellos no marcaron, aunque se debe matizar que es un equipo flojo y poco goleador.

El Cádiz ya no se puede clasificar, en ningún caso, ni como primero, ni como segundo, ni como tercero. Por el contrario, desde que se utiliza el actual sistema de ascensos, ninguno lo ha conseguido siendo cuarto, que presenta el inconveniente de jugar los tres partidos de vuelta fuera. Algunos aficionados dicen que en Carranza tuvo dos oportunidades la temporada pasada y no ascendió. La tanda de penaltis ante el Lugo también se disputó en campo propio. Pero ejemplos al contrario, de fracasos fuera (Madrid, Miranda de Ebro, Hospitalet) asimismo los hay. Fracasar es lo que mejor se hace en las últimas temporadas.

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