Portugal no logra dar consistencia de bloque a un equipo con más nombres que fútbol
«Cuando intentas salvar tú solo el culo pasa lo que pasa». La frase de Borja Fernández el miércoles deja en evidencia que el vestuario del Valladolid dista de ser un grupo compacto. No ha logrado Miguel Ángel Portugal hacer un bloque sólido y en las últimas semanas el equipo se ha resquebrajado. Demasiados jugadores solo de paso, falta de compromiso en varios casos, ausencia de un líder y bajas importantes, sobre todo la de Óscar González, han reducido la estatura de un Valladolid que, sobre el papel, tiene argumentos, en ataque especialmente, pero que parece que va a ser incapaz de llegar a la promoción, aunque la mediocridad de la categoría le está dando oportunidades de engancharse a ello.
«Siempre que hemos tenido una ocasión la hemos cagado. Nos merecemos todas las críticas», dijo Roger a este diario. La visita del Zaragoza parece una de las últimas ocasiones para subirse a ese tren para al menos llegar a la promoción, teniendo en cuenta que el Valladolid, con 9 millones de presupuesto y unos 6,5 de límite salarial –un poco menos que el Zaragoza–, solo puede mirar al ascenso directo. Desde el inicio de la Liga, con Gaizka Garitano, un técnico de más carácter que Portugal, el equipo pucelano ha tenido lejos esa meta. De hecho, la gran mayoría del curso ha circulado por la parte media-baja de la tabla.
Fichajes en enero
Portugal llegó el 21 de octubre y sí logró reactivar al grupo. No demasiado, pero sí lo suficiente para que se retomara el objetivo del ascenso, sobre todo cuando en enero llegaron refuerzos que daban empaque (Borja y Nikos) y más gol (Rennella y Roger) a un equipo demasiado justo en efectivos en su plantilla. Sin embargo, no ha conseguido que el Valladolid abandone la irregularidad. «Hay mucha distancia con los delanteros. En ocasiones hay una línea de varios puntas y nadie viene a recibir, eso no puede pasar. Hay que venir y generar líneas para todos», dijo el centrocampista Leao hace una semana, muestra clara de que el Valladolid no funciona bien como equipo. En las últimas semanas lo hace especialmente mal en defensa (9 goles en tres partidos) y, a pesar de que Roger cumple desde enero (5 goles), no tiene la pegada que, por nombres, debería.
Zorrilla, con una entrada media de 9.000 espectadores este curso, anda desencantada con los suyos. Para hoy ya hay convocada alguna concentración de protesta antes del choque y si llega la derrota se avecina bronca, además del despido de Portugal, aunque no es menos cierto que en Valladolid este fin de semana se habla mucho más de la final de la Copa del Rey que llenará el estadio mañana que del partido del equipo blanquivioleta.
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