El meta de la UD Las Palmas Javi Varas no tuvo el sábado una de sus mejores noches. Cuando sólo pasaban dos minutos en el reloj del colegiado, fue sorprendido por Rodrigo al cazar un pase entre el portero y uno de sus defensas y acabaría en gol. El portero fue ovacionado por el público del Gran Canaria tras el error. Al finalizar el partido sus compañeros se abrazaron a él, sabiendo que no había pasado un buen trago. El futbolista también recibió el capote de su entrenador: “El gol no es fallo de Varas, es mío”, haciendo alusión al estilo que quiere Setién practicar desde la portería. Varas, que se derrumbó sobre el césped con el pitido final, dijo tras el choque: “Llegó el momento de la liberación después de la tensión”, y agradeció el apoyo del público en las redes sociales.