La mayoría de los equipos que visitan Anduva suelen encerrarse atrás y buscar la contra. Es lo que hicieron con éxito Tenerife y Elche y anteriormente ese planteamiento conservador ya le había dado sus frutos a Oviedo, Almería o Nástic. Y es que los rivales parecen haberle tomado la medida al Mirandés y saben que los rojillos sufren cuando no tienen espacios y que por su dibujo táctico asumen muchos riesgos en defensa.

Sin embargo, este fin de semana Carlos Terrazas espera un partido muy diferente a los últimos compromisos como local ya que el Valladolid «juega mucho más abierto y vendrá decidido a buscar el triunfo», asegura el técnico rojillo, quien contrariamente a lo que dictan los resultados, prefiere medirse a equipos que esperan en su campo y ceden la iniciativa y no a aquellos que quieren jugar y disputan la posesión, como prevé que harán los pucelanos.
Aunque el Mirandés solo ha ganado uno de los últimos siete partidos en casa ante conjuntos de perfil defensivo, el míster lo tiene claro. «Prefiero que los contrarios se metan atrás y tengan una actitud conservadora», asegura con rotundidad. En su opinión que los rivales extremen la precaución cuando visitan Anduva es un síntoma de que el Mirandés se ha ganado el respeto del resto de equipos y considera que a la larga es un factor positivo, aunque a corto plazo está costando muchos puntos.